Sor Añoranza del Niño Jesús, apunta que, no acudir a las urnas puede `parecer que no nos intersa la política.
Por el contrarío, si cogemos un voto del partido que nos consideremos mas afines y, ponemos con letras muy grandes, rojas, y con una buena exclamación.
¡REGENERACIÓN YA! Creo que quedaria mucho más elocuente y, el mensaje sería directo.
Es lo que pienso pero, puedo estar equivocada. No siempre acierto en mis intervenciones y en mis actos cotidianos, a pesar de mi Santidad
Por el contrarío, si cogemos un voto del partido que nos consideremos mas afines y, ponemos con letras muy grandes, rojas, y con una buena exclamación.
¡REGENERACIÓN YA! Creo que quedaria mucho más elocuente y, el mensaje sería directo.
Es lo que pienso pero, puedo estar equivocada. No siempre acierto en mis intervenciones y en mis actos cotidianos, a pesar de mi Santidad
Ay, amiga Añoranza, te voy a llamar Sor Cándida de la Cruz, si me lo permites. ¿Tú nunca has estado como interventora o apoderada en una mesa electoral? Yo te lo cuento: lo más directo dónde iría a parar tu papeleta, después de originar una pelea entre interventores para ver si el voto se considera nulo o no, es a la papelera, una vez contabilizado. No llegará a Zapatero, ni el interventor lo anotará con gesto fruncido de preocupación sentida en su librito de notas. Tu voto, premeditadamente anulado, no le va a importar a nadie. En todo caso arrancará una sonrisa del interventor del partido contrario si logra que lo admitan como nulo, y un “hay qué joderse con la tontería de la gente” del interventor del partido del voto anulado. Poca cosa. Te lo advierto.
Yo entiendo que, en tu candidez, pienses que ese gesto tuyo de subversión electoral pueda llegar a remover la conciencia de los ideólogos del partido. Siento tener que ser yo quien te abra los ojos en este aspecto. Pero los ideólogos no existen. Además, el interventor, que suele ser siempre una barriguita agradecida, no está para autocríticas racionales. Se pega 14 horas en la mesa para pagar de algún modo el favor que le ha hecho el partido a él o a su prole.
En fin, es mucho más contundente no ir a votar. Para eso sí que nunca encuentran explicación y por eso pasan siempre de puntillas por el tanto por ciento de abstención, o lo comparan con otras elecciones donde el absentismo haya sido aún peor. El manejo de la estadística y de los resultados en unas elecciones es, después de la física cuántica, lo más complicado de entender que existe, porque aquí las matemáticas no pueden explicar las interpretaciones y éstas, forman parte de los grandes misterios de la humanidad.
En fin, Sor Cándida de la Cruz, si al menos quieres hacer pupa con tu papeleta pon en ella: “tonto el que lo lea” que de seguro, y por pura maldad, se la irán pasando de mano en mano todos los interventores con el fin de conseguir ser todos del mismo gremio. La tontura aúna mucho y consuela a todos.
Un cordial saludo
Kiko
Yo entiendo que, en tu candidez, pienses que ese gesto tuyo de subversión electoral pueda llegar a remover la conciencia de los ideólogos del partido. Siento tener que ser yo quien te abra los ojos en este aspecto. Pero los ideólogos no existen. Además, el interventor, que suele ser siempre una barriguita agradecida, no está para autocríticas racionales. Se pega 14 horas en la mesa para pagar de algún modo el favor que le ha hecho el partido a él o a su prole.
En fin, es mucho más contundente no ir a votar. Para eso sí que nunca encuentran explicación y por eso pasan siempre de puntillas por el tanto por ciento de abstención, o lo comparan con otras elecciones donde el absentismo haya sido aún peor. El manejo de la estadística y de los resultados en unas elecciones es, después de la física cuántica, lo más complicado de entender que existe, porque aquí las matemáticas no pueden explicar las interpretaciones y éstas, forman parte de los grandes misterios de la humanidad.
En fin, Sor Cándida de la Cruz, si al menos quieres hacer pupa con tu papeleta pon en ella: “tonto el que lo lea” que de seguro, y por pura maldad, se la irán pasando de mano en mano todos los interventores con el fin de conseguir ser todos del mismo gremio. La tontura aúna mucho y consuela a todos.
Un cordial saludo
Kiko