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Loli, que se mueran nuestros padres, es muy doloroso, pero es ley de vida.
Lo que ocurre es que cuando se mueren, sentimos, que hemos perdido el baston donde nos apoyamos.
Hay que ser fuerte y pensar que ese baston, es el que ahora esperan nuestros hijos de nosotros.
Lo de los chicos, tampoco me preucupa en exceso. Son jovenes y ya encontaran su camino.
Ahora, lo que no me creo, es vayan por el mundo, como si fueran hermanitas de la caridad.
Ente acampadas, albergues, y railes, algún porrete y algun calimocho caerá.
Como dicen los gallegos sobre las meigas. Verlas yo no las he visto, pero haberlas ahilas.
AÑORANZA
Lo que ocurre es que cuando se mueren, sentimos, que hemos perdido el baston donde nos apoyamos.
Hay que ser fuerte y pensar que ese baston, es el que ahora esperan nuestros hijos de nosotros.
Lo de los chicos, tampoco me preucupa en exceso. Son jovenes y ya encontaran su camino.
Ahora, lo que no me creo, es vayan por el mundo, como si fueran hermanitas de la caridad.
Ente acampadas, albergues, y railes, algún porrete y algun calimocho caerá.
Como dicen los gallegos sobre las meigas. Verlas yo no las he visto, pero haberlas ahilas.
AÑORANZA