ZAGRA: Y no faltarán desastres que nos azoten porque en esta...

Y no faltarán desastres que nos azoten porque en esta ocasión y en estos tiempos la majadería anda suelta y la poca consideración y la desvergüenza de politiquillos y gobernantes, más preocupados en batir record anecdotarios que en arreglas los desaguisados y la crisis (ahora parece que sí la hay) que se viene padeciendo.
Entre zapateros y remendones, curillas de sotana ancha, cofradías y romerías anacrónicas (vamos, que tenemos que fijarnos en el resto del mundo teniendo tan avispado nuestro escenario), llegaremos muy lejos.
Que el Tajo se hunda, y dé con sus piedras centenarias mamporros a los zagreños del barrio alto, es una pura metáfora de lo que nos espera a no tantos años.

Si en otras ocasiones la amenaza de la vida la traían las guerras por el poder económico, por anexionarse tierras y gentes, ahora la amenaza nos viene de la propia naturaleza a la que hemos trastocado sin pudor alguno. Hambrunas y hambrazas, sequía y ahogos, volcanes y deshielos… ¿Y cómo luchar contra eso? Pues no sé, en este país que nos ampara, parece ser que con que sea el primer gobierno con más mujeres de la historia o que una mujer sea ministra de defensa, ya lo tenemos todo conseguido.

Y aburren hasta la saciedad una oposición que no oposita, perdidos en otras memorias históricas mientras que del futuro parece no ocuparse nadie.

Y mientras tanto el Tajo, emblema de Zagra y orgullo patrio, hace lo que tiene que hacer, caerse a pedazos producto de la poca atención que se le ha prestado. Y que con los años, al final, todos nos venimos abajo.

A Añoranza le va el nombre que ni Pintao (Y podría hacer ahora un chiste fácil con lo del Chacho Pintao), con sus historias de marquesas y republicanos ingenieros de caminos y otras nostalgias que tal vez le desvirtúa la realidad actual en la que las marquesas son sacadas a hombros y en la tele, los ingenieros de caminos ya no son republicanos o viceversa, los rojillos y los amarillos del gobierno viajan en flamantes mercedes o contaminantes todoterrenos y los obreros se esclavizan de por vida con las hipotecas y los jóvenes no dejan de serlo nunca o se preocupan como ese Mozart por problemas tan profundos y transcendentales como la reivindicación de cerveza y tapas gratis. En fin, amiga Añoranza, que creo que cuando se vive de recuerdos es porque el futuro no existe y el presente se hace insoportable. No nos asustemos porque el tajo se caiga, cuando torres más altas han caído siempre.

EG, tan acertado como siempre. Mis felicitaciones por sus intervenciones.

Un cordial saludo para todos.

Kiko