“Griñán cambia el nombre a los parados: desde ahora serán «oferentes de empleo»
Quiere dar una formación a los desempleados para que decidan después «qué quieren hacer»
Estimada ahijada, me parece que vamos a tener que cambiar las tornas. Creo que vas a tener que apadrinarme tú. Sabes más y puedes enseñarme mucho más que yo a ti.
Mi lema también es que to er mundo es gûeno, pero hasta que se demuestre lo contrario. No dejo de dar una posibilidad a la maldad que casi siempre acaba imponiéndose. Y claro, cuando dejan de serlo ya no hay que perder más el tiempo. A quienes no aguanto desde un principio son a los estúpidos. La estupidez es mucho más peligrosa que la maldad. Ya sabes, es preferible un listo malo que un tonto bueno. Pero seguro que tú me darás una mejor idea en todo esto.
De lo que cuentas de ser autonomista en tu tierra, pues ya ves, no sabría qué decirte. Yo estoy seguro que si Andalucía tuviera una fuerza política propia, como vosotros, estaría de pleno en el juego político y en la negociación plena de presupuestos y llevándose sus correspondientes prebendas. No es justo que esa posibilidad sólo lo consigan vascos y catalanes. Aquí tenemos lo que nos merecemos, sin duda. Y no sabemos cambiar las cosas para estar en el panorama político nacional en igualdad de condiciones y con la ventaja que se desprende de ser un mayor territorio y una mayor población. Andalucía no dejará de ser un granero de votos para los partidos centralistas y ya se cuidan de abortar cualquier intento de soberanía que pueda surgir aquí. Así que, hoy por hoy, y como se desarrollan los acontecimientos en el Parlamento, es una mala suerte que el Pueblo Andaluz carezca de partidos que presionen con interés en aras de una Andalucía más próspera y contundente, aunque sean con ideas nacionalistas.
En todos lados la estupidez se lleva al extremo porque vivimos bajo su dictadura. La guerra de las lenguas, los toros o la prohibición de que no se vendan artículos turísticos que no sea la barretina o el caganet, me parece de una ridiculez genuina y sin fronteras.
Aquí, ya ves, que la lengua se considera un defecto, que la expropiación cultural que padece Andalucía se sigue manteniendo y a veces como arma arrojadiza contra las intenciones independentistas de otras comunidades, que se sigue manteniendo los tópicos culturales y alimentándolos en la radio y televisión pública como si en esta tierra el tiempo se hubiera detenido en los años 60, que no hay evolución ni alternancia, ni vergüenza política, ni conciencia andalucista, para no ser menos estúpidos que los otros, cuando no hay mejores ideas, nuestros dirigentes políticos vuelven a recurrir a las formas. Lo peor es que piensan que, con cambiar los nombres a las cosas, las arreglan.
En Andalucía ya no hay parados, sólo oferentes de empleo. Mira como el presidente andaluz, que no lo conoce ni quien lo echó al mundo, ha solucionado una lacra también histórica.
Ahora sobran más de un millón de oferentes de empleo en Andalucía que pueden ofertar sus cualidades en el resto del mundo, no como emigrantes, por supuesto, sino como especialistas diversos o posibles activos de empresas nacionales e internacionales. Y dices tú de paro…
Si aquí conseguimos que en la radio televisión pública trabajen y hablen en andaluz, ya nos daríamos con un canto en la boca. Pero no, aquí viene gente muy fisna a descubrirnos el mundo o a darnos consejos o a decirnos que estamos equivocados. Y no nos faltan embajadores, que maldita la falta que nos hacen, que reniegan de sus raíces en un alarde de desquite porque un día se vieron obligados a emigrar de su tierra en busca de otras oportunidades. No sabían que eran oferentes de empleo, como dice el Griñán. De haberlo sabido, hoy serían más andaluces que nadie. ¿Dónde estaría el Griñán, entonces? ¡Con la falta que nos hubiera hecho!
Un cordial saludo para todos los Oferentes de empleo y resto de parados.
Kiko
Quiere dar una formación a los desempleados para que decidan después «qué quieren hacer»
Estimada ahijada, me parece que vamos a tener que cambiar las tornas. Creo que vas a tener que apadrinarme tú. Sabes más y puedes enseñarme mucho más que yo a ti.
Mi lema también es que to er mundo es gûeno, pero hasta que se demuestre lo contrario. No dejo de dar una posibilidad a la maldad que casi siempre acaba imponiéndose. Y claro, cuando dejan de serlo ya no hay que perder más el tiempo. A quienes no aguanto desde un principio son a los estúpidos. La estupidez es mucho más peligrosa que la maldad. Ya sabes, es preferible un listo malo que un tonto bueno. Pero seguro que tú me darás una mejor idea en todo esto.
De lo que cuentas de ser autonomista en tu tierra, pues ya ves, no sabría qué decirte. Yo estoy seguro que si Andalucía tuviera una fuerza política propia, como vosotros, estaría de pleno en el juego político y en la negociación plena de presupuestos y llevándose sus correspondientes prebendas. No es justo que esa posibilidad sólo lo consigan vascos y catalanes. Aquí tenemos lo que nos merecemos, sin duda. Y no sabemos cambiar las cosas para estar en el panorama político nacional en igualdad de condiciones y con la ventaja que se desprende de ser un mayor territorio y una mayor población. Andalucía no dejará de ser un granero de votos para los partidos centralistas y ya se cuidan de abortar cualquier intento de soberanía que pueda surgir aquí. Así que, hoy por hoy, y como se desarrollan los acontecimientos en el Parlamento, es una mala suerte que el Pueblo Andaluz carezca de partidos que presionen con interés en aras de una Andalucía más próspera y contundente, aunque sean con ideas nacionalistas.
En todos lados la estupidez se lleva al extremo porque vivimos bajo su dictadura. La guerra de las lenguas, los toros o la prohibición de que no se vendan artículos turísticos que no sea la barretina o el caganet, me parece de una ridiculez genuina y sin fronteras.
Aquí, ya ves, que la lengua se considera un defecto, que la expropiación cultural que padece Andalucía se sigue manteniendo y a veces como arma arrojadiza contra las intenciones independentistas de otras comunidades, que se sigue manteniendo los tópicos culturales y alimentándolos en la radio y televisión pública como si en esta tierra el tiempo se hubiera detenido en los años 60, que no hay evolución ni alternancia, ni vergüenza política, ni conciencia andalucista, para no ser menos estúpidos que los otros, cuando no hay mejores ideas, nuestros dirigentes políticos vuelven a recurrir a las formas. Lo peor es que piensan que, con cambiar los nombres a las cosas, las arreglan.
En Andalucía ya no hay parados, sólo oferentes de empleo. Mira como el presidente andaluz, que no lo conoce ni quien lo echó al mundo, ha solucionado una lacra también histórica.
Ahora sobran más de un millón de oferentes de empleo en Andalucía que pueden ofertar sus cualidades en el resto del mundo, no como emigrantes, por supuesto, sino como especialistas diversos o posibles activos de empresas nacionales e internacionales. Y dices tú de paro…
Si aquí conseguimos que en la radio televisión pública trabajen y hablen en andaluz, ya nos daríamos con un canto en la boca. Pero no, aquí viene gente muy fisna a descubrirnos el mundo o a darnos consejos o a decirnos que estamos equivocados. Y no nos faltan embajadores, que maldita la falta que nos hacen, que reniegan de sus raíces en un alarde de desquite porque un día se vieron obligados a emigrar de su tierra en busca de otras oportunidades. No sabían que eran oferentes de empleo, como dice el Griñán. De haberlo sabido, hoy serían más andaluces que nadie. ¿Dónde estaría el Griñán, entonces? ¡Con la falta que nos hubiera hecho!
Un cordial saludo para todos los Oferentes de empleo y resto de parados.
Kiko