ZAGRA: Consuela mucho en los tiempos que corren leer cosas...

Esto es una alegría. Volver y encontrarme aquí intervenciones a mogollón. Me alegro de saber de Mozart (seguimos teniendo pendiente el tema del blog), del amigo Avinareta, siempre esperado pero que se resiste como nadie, de las clásicas (que no antiguas) de siempre y de las nuevas adquisiciones que han entrado pegando fuerte. En fin, una gran alegría volver a leerles y verles tan animados y trabajadores.

Por mi parte, he estado tan atareado con el trabajo que me ha sido imposible llegarme por aquí. Es lo que tiene los principios de curso y los finales de año.

Me he alegrado que la feria haya sido del gusto de casi todos, que exista la impresión de que algo está cambiando en el pueblo y que se mire el futuro con cierta ilusión. En el panorama nacional, ya ven cómo está el patio. Para no asomarse demasiado. Y en nuestra querida Comunidad, pues mucho más de lo mismo: corrupción a mansalva, políticos incompetentes y desesperados del régimen que, intuyendo que les queda muy poco ya, no paran para asegurarse un futuro de funcionarios aunque para ello tengan que hacer las fullerías que hagan falta. Menudo panorama. A ver si llega marzo y los echan allí donde dicen que pican los pollos. Menuda labor la que han hecho por Andalucía.

Y mientras la crisis sigue su marcha imparable, los bancos su cometido de desahuciar todo cuanto se mueve, el paro subiendo como la espuma y en todos los sentidos, los políticos distraídos en gilipolleces varias con el “ tú más “ siempre en la boca, el Zapatero con la desesperación de encontrar algo que pueda presentar al mundo como que ha hecho bien, y no hay manera, aún es capaz de estropearlo más antes de irse; el señor, ojo con el señor, Alfredo el ciendedos, con sus gestos de prestidigitador, capaz de hacerte desaparecer la memoria más reciente y de confundirte hasta el punto de que parezca que él nunca estuvo en anteriores gobiernos. Ni siquiera en el de Zapatero, el más nefasto de todos los gobiernos que ha sufrido este país, … Mientras todo eso sucede, y otros rezan a San Cucufato, ya no solo para encontrar aparcamiento, que es una nimiedad, sino para encontrar un trabajo sea de lo que sea, el otoño trae, en su viento incierto e inquieto, reminiscencias de un pasado presente lleno de vacíos e improvisaciones: memoria histórica, Alianza de civilizaciones; el Plan E (de estúpido) para la crisis y otras tantas sandeces al estilo que siguen poniendo el vello de punta. Y mientras llegan las listas, lo sobres con las papeletas, la propaganda electoral, los insultos, la falta de ideas, los mítines maquillados, las promesas baldías, etc., etc., etc., salen como puntitas de iceberg los escándalos en la Diputación de Granada, siguen los de los ERE en Andalucía y otros que podéis encontrar en la página: http://www. porandalucialibre. es/ Todo un detalle de actuaciones de un régimen que, parece ser, empieza a oler a muerto. Que así sea.

Un cordial saludo

Kiko

Hola.

Bienvenido de nuevo Kiko, esperábamos con entusiasmo tus intervenciones.

Me alegro mucho que seas el único español que tiene trabajo para no poder mirar ni si tan siquiera el foro, y que vayas a ser el único superviviente del apocalipsis que estamos viviendo (según tu, claro…). Me has pintado tan mal el panorama que hasta me he empezado a creer que tenías razón en todo, y no solo en una pequeña parte, que al parecer le das demasiada importancia, supongo que simplemente por ideas políticas y no por causas personales.

Si tan mal está el trabajo (que no digo que esté bien), como es que tienes tanto trabajo… En mi entorno, en Zagra y alrededores, el que más o que menos también va resistiendo, no nos olvidemos que mucha “culpa” de esto (de que haya trabajo) puede ser por el Plan E, por la ayuda de la dependencia, del mantenimiento de la enseñanza pública (NO se han tocado los funcionarios y se siguen convocando oposiciones), del arreglo de infraestructuras, del mantenimiento de PFEA (conocido como paro agrario), por las ayudas a los desempleados (que aunque poca, dan algo), de las becas a estudiantes, cursillos de formación y talleres de empleo, subvenciones para multitud de cosas,…y así podría continuar durante mucho más tiempo, pero para qué incidir en lo que cualquier persona que mire a su alrededor puede comprobar con sus propios ojos, sin necesidad de que nadie le tenga que decir, “a ver como estamos el año que viene, como esto cambie…”. Ya me gustaría haber visto por un agujero (que no en la realidad, Dios me libre) como estaríamos ahora si nos hubiese tocado con otra coyuntura política, que aunque en Zagra se sea de mucho aparentar, no hay nadie que se pueda considerar rico, y que se salvase de unos recortes sociales como se llevan en otros lugares o comunidades, a pesar de que lo gordo se lo están guardando hasta que pasen las elecciones, no sea que algunos ilusos puedan darse cuenta antes y se piensen dos veces su voto antes de echarlo en la cajita de metacrilato. ¿O es que acaso alguien puede decir cuál es el programa electoral de la derecha a estas alturas de año, para España o Andalucía?.
No es que este gobierno haya sido el más nefasto que ha sufrido este país, es que la situación es la más nefasta que ha sufrido este país (y buena parte del mundo) desde que llegó la democracia, y a pesar de ello y de haber empezado la crisis bastante más atrás que otros países, estamos resistiendo mejor que ellos. En lo que peor estamos (si es que se puede llamar así), es en el paro, que aún no siendo real, como todos sabemos, (se tienen varios trabajos y si se declara uno es una raya en el agua), en lo demás se va tirando, mientras se mantienen unas garantías sociales, que en otros lugares no se conservan.

Todo esto sobra decirlo, solo hay que mirar a nuestro alrededor, en nuestro día a día, a nuestros niñ@s en la educación pública y gratuita, a nuestros mayores cubiertos por ayudas de la dependencia, a nuestros jóvenes con becas para poder formarse y no estar en desventaja con la sociedad más rica, a la sanidad pública y gratuita, a nuestras infraestructuras de comunicación que a pesar de la crisis siguen mejorándose y creciendo, a las ayudas al campo, a la agricultura y al “paro agrario” que tanto hace falta en las zonas rurales como la nuestra, y tantas y tantas ayudas que nos hemos acostumbrado a poner la mano y no pensamos que en cualquier momento pueden desaparecer y dejarnos con el culo al aire, y que esta crisis viene como anillo al dedo a la derecha para aumentar las diferencias entre la sociedad, aún con su consentimiento, haciendole creer a los más pobres que no hay más remedio (cuando sí hay otra solución, en la que no pierdan solo los más débiles).
Una vez se quitan las garantías sociales son muy complicadas de volver a restaurar.

Bueno cada cual con su conciencia y su burbuja, lo malo es cuando la burbuja explota (como sucedió con la inmobiliaria).

Saludos y SUERTE.

argaz

Consuela mucho en los tiempos que corren leer cosas como las que el amigo Argaz nos cuenta en su intervención. Consuelo efímero que se diluye en el punto y hora que el sentido común entra en escena.
Ese paraíso idílico que describe siguiendo punto por punto el argumentario al uso previsto y parido para épocas electorales, por el partido político (sea cual sea) que en cada momento ostenta el poder, no es más que una ilusión onírica, que como decia el poeta, "sueños son".
La intervención de Argaz se situa en el eterno debate entre las posiciones que defienden que en tiempos de crisis es necesario más Estado y más incremento de gasto público, tradicionalmente defendidas por la izquierda politica; y aquellas otras que sostienen que es necesario menos estado y más iniciativa privada, encontrando sus mayores defensores en la derecha liberal. Muy honorables todas ellas, pero insostenibles unas más que otras; me explico.
Siempre escuché de mis mayores que "en donde se saca y no se mete, el fin se le ve". El Estado civilizado, (una vez visto y comprobado que como gestor de empresas es un auténtico desastre) para meter (ingresar) y poder sacar (gastar), solo tiene dos caminos: Recaudar impuestos o endeudarse mediente emisión de deuda pública. Esto está muy bien cuando hay ciudadanos que pueden pagar sus impuestos por que hay actividad económica; y cuando tiene posibilidad de devolver, con intereses, lo que ha pedido prestado. El problema se plantea cuando un termino de la ecuación es cero; esto es, cuando la actividad económica se contrae provocando menores ingresos a los particulares y por tanto disminuye la capacidad que estos tinen de pagar impuestos, acarreando menos ingresos por esta vía. Si el Estado cuenta conmenos ingresos vía impuestos, y quiere mantener los mismos gastos, tiene que endeudarse pidiendo dinero a quien lo tiene (deuda pública), pero claro si cuenta con menos ingresos, también tiene menos posibilidades de devolver los préstamos que le han hecho. Total: el desastre. Desastre del que en su momento se dio cuenta buena parte de la izquierda politica y refundó sus postulados, reconvirtiendose en eso que sutilmente se llamó "socialdemocracia", que no fue otra cosa que la aceptación de gran parte de los plnateamientos del liberalismo económico.
En frente encontramos a la derecha liberal, para quien en tiempos de crisis el Estado debe gastar menos, y adoptar todas aquellas medidas que contribuyan a animar a quienes tienen la capacidad de mover la economía con el fin de que no se pierda la capacidad de seguir pagando impuestos y por tanto se pueda proveer al Estado de los ingresos suficientes, y subrayo lo de suficientes, para poder mantener, es esos tiempos de crisis, los servicios públicos básicos.
Como supongo que en este foro habrá partidarios de una y otra postura, voy a esperar a ver como responden los foreros, antes de posicionarme y defender en cual de las dos creo yo. No obstante, y sabedor de que se me ve el plumero, sí os anticipo algo que ya he dicho en más de una ocasión: Una cosa es predicar y otra dar trigo.

AVINARETA.-
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
El amigo Avinareta, siempre desde esa visión didáctica que tanto le caracteriza, ha planteado la realidad tan sumamente clara, tan sumamente dual, que no resulta difícil, siempre desde el sentido común, optar por alguna de las razones que esgrime.

Yo, por mi simpleza y redundancia, me gusta simplificar las cosas. E imagino lo que cada uno de nosotros haríamos en nuestras casas ante una situación económica crítica con resultados negativos sobre nuestro saldo final. ¿Cómo resolvería el caso de que ... (ver texto completo)