No hay nada que perdonar, mi querido Argaz. Aquí cada uno escribe lo que quiere; o mejor dicho, lo que le parece. Ello no es óbice para que yo particularmente vuelva a insistir en la receta de argumentario que utilizas para sostener tus conclusiones, con las que por supuesto no estoy de acuerdo, por demagógicas y panfletarias. No voy a insistir más en ello, por que ya Kiko, con la brillantez que le caracteriza, ha dejado claro el asunto.
Al hilo de mi penúltima intervención, y continuando con lo mismo, el quiz de la cuestión no está en hacer muchas cosas, gastando mucho. Lo verdaderamente meritorio es administrar los recursos públicos priorizando objetivos, optimizando el gasto y garantizando los ingresos que permitan la realización de ese gasto.
No es mejor gobernante el que más cosas hace; sino el que más cosas hace con pocos recursos. De que me sirve construir muchas carreteras, muchas escuelas, muchos hospitales, inundar a la ciudadanía con subsidios, ayudas, subvenciones y demás maná, sino tengo los dineros que me aseguren su permencia y mantenimiento: de nada. Y haciendo honor a esa metodología didáctica que me atribuye Kiko, valga un ejemplo: Hace unos meses se inauguró con gran boato y presencia de foteros juntandalucistas, un pequeño hospital en Loja, tras llevar anunciandolo años. Pues bien, ahora resulta que este pequeño hospital, que iba a resolver el gravisimo problema de atención sanitaria de la comarca de Loja, está casi, y subrayo lo de casi, cerrado. De hecho trajeron el mobiliario para el día de la inauguración, y a los pocos días se la volvieron a llevar. Invito a quién lo desee a comprobarlo in situ. Pero no solo eso. Resulta que la gestión de este pequeño hospital, esta encomendada a una empresa privada con domicilio social en Almería y que nada tiene que ver con el SAS. ¿Cabe mayor tomadura de pelo? Y no por que yo no este de acuerdo con la privatización de servicios públicos, sino por que me da vergüenza de esta casta política que nos gobierna en Andalucía, que en público reniega de las privatizaciones y en la práctica las mantiene.
No quiero aburrir al personal, pero os aseguro que volveré.
Por cierto, binvenido/a a fsm.
AVINARETA.-
Al hilo de mi penúltima intervención, y continuando con lo mismo, el quiz de la cuestión no está en hacer muchas cosas, gastando mucho. Lo verdaderamente meritorio es administrar los recursos públicos priorizando objetivos, optimizando el gasto y garantizando los ingresos que permitan la realización de ese gasto.
No es mejor gobernante el que más cosas hace; sino el que más cosas hace con pocos recursos. De que me sirve construir muchas carreteras, muchas escuelas, muchos hospitales, inundar a la ciudadanía con subsidios, ayudas, subvenciones y demás maná, sino tengo los dineros que me aseguren su permencia y mantenimiento: de nada. Y haciendo honor a esa metodología didáctica que me atribuye Kiko, valga un ejemplo: Hace unos meses se inauguró con gran boato y presencia de foteros juntandalucistas, un pequeño hospital en Loja, tras llevar anunciandolo años. Pues bien, ahora resulta que este pequeño hospital, que iba a resolver el gravisimo problema de atención sanitaria de la comarca de Loja, está casi, y subrayo lo de casi, cerrado. De hecho trajeron el mobiliario para el día de la inauguración, y a los pocos días se la volvieron a llevar. Invito a quién lo desee a comprobarlo in situ. Pero no solo eso. Resulta que la gestión de este pequeño hospital, esta encomendada a una empresa privada con domicilio social en Almería y que nada tiene que ver con el SAS. ¿Cabe mayor tomadura de pelo? Y no por que yo no este de acuerdo con la privatización de servicios públicos, sino por que me da vergüenza de esta casta política que nos gobierna en Andalucía, que en público reniega de las privatizaciones y en la práctica las mantiene.
No quiero aburrir al personal, pero os aseguro que volveré.
Por cierto, binvenido/a a fsm.
AVINARETA.-