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Está mañana he ido al pequeño parque que tengo al lado de mi casa ha sacar al perro, que, como el que no quiere la cosa me ha endosado mi hijo, con premeditación y alebosia. Al final, le estoy cogiendo cariño por las circustancias en que llegó, siendo un cachorro, y rescatado de una muerte segura, abandonado, maltratado y muy. Muy asustado.
Bueno a lo que voy. Resulta que habia cuatro indigentes, extranjeros. Como no podia ser de otra manera, he pegado la hebra con ellos, entre otras cosas, porque creo que es la mejor manera de dignificarlos un poco, y hacer que se sientan personas, y no deseños humanos. Despues de escuchar sus ilusiones perdidas, cómo llegaron hasta aquí, pensando que otra vida era posible. còmo su degradación se fue produciendo poco, a poco, para al final, terminar pasando la noche gélida de Fin de Año en el parque de mi calle, entre cartones, y con un ojo abierto, no sea que vengan los graciosillos de turno a terminar la noche de desenfreno dandoles una paliza.
En fin, que mi primer contacto con el Año Nuevo ha sido un baño de esta realidad (espero que no sea presagio de nada) que nos rodea, y que la mayoria de las veces queremos ignorar, o bien, limpiamos nuestra conciencia dandoles una moneda y mirando para otro lado.
Y ya está. Visto lo visto, yo por mi parte, no pido nigún deseo. Entre otras cosas, para no distraer a Dios con cosas banales, y que se pueda centrar en los problemas que de de verdad hay que resolver
Bueno a lo que voy. Resulta que habia cuatro indigentes, extranjeros. Como no podia ser de otra manera, he pegado la hebra con ellos, entre otras cosas, porque creo que es la mejor manera de dignificarlos un poco, y hacer que se sientan personas, y no deseños humanos. Despues de escuchar sus ilusiones perdidas, cómo llegaron hasta aquí, pensando que otra vida era posible. còmo su degradación se fue produciendo poco, a poco, para al final, terminar pasando la noche gélida de Fin de Año en el parque de mi calle, entre cartones, y con un ojo abierto, no sea que vengan los graciosillos de turno a terminar la noche de desenfreno dandoles una paliza.
En fin, que mi primer contacto con el Año Nuevo ha sido un baño de esta realidad (espero que no sea presagio de nada) que nos rodea, y que la mayoria de las veces queremos ignorar, o bien, limpiamos nuestra conciencia dandoles una moneda y mirando para otro lado.
Y ya está. Visto lo visto, yo por mi parte, no pido nigún deseo. Entre otras cosas, para no distraer a Dios con cosas banales, y que se pueda centrar en los problemas que de de verdad hay que resolver
De aquellos barros vienen ahora estos lodos. Como para todo se ha trabajado al corto plazo y sin previsión alguna, para el tema de la inmigración no ha sido diferente. La regularización masiva llevada a cabo por Zapatero tras ganar las elecciones en el 2004, recibiendo críticas no solo desde dentro, sino desde países europeos como Francia y Alemania por el efecto llamada que aquello ocasionó, nos situó en tener más inmigrantes ilegales que Francia, Alemania y Reino Unido juntos. Los permisos de residencia pasaron de 1.776.000 en 2004 a 3,9 millones en el 2007. 2011 ha terminado con más de cinco millones de inmigrantes en España con permiso de residencia.
Eso son los datos estadísticos. Añadir que en el año pasado se aprobó el Reglamento de desarrollo de la Ley de Extranjería donde se recogen medidas como que las extranjeras víctimas de violencia de género (humano) con sentencia favorable no podrían ser expulsadas del país, así como quienes denunciaran estos delitos sin tener papeles tampoco tendrían que afrontar una orden de expulsión.
Y la realidad es la que hay, y que Sor Añoranza ha simplificado bien. Y no olvidemos la tragedia de quienes murieron por el camino, de quienes fueron deportados y abandonados a su suerte en pleno desierto. Víctimas de la propia miseria, de la criminal desigualdad y de políticas de quienes quieren quedar muy bien sobre el papel pero que no previenen los nefastos resultados que luego provocan.
kiko
Eso son los datos estadísticos. Añadir que en el año pasado se aprobó el Reglamento de desarrollo de la Ley de Extranjería donde se recogen medidas como que las extranjeras víctimas de violencia de género (humano) con sentencia favorable no podrían ser expulsadas del país, así como quienes denunciaran estos delitos sin tener papeles tampoco tendrían que afrontar una orden de expulsión.
Y la realidad es la que hay, y que Sor Añoranza ha simplificado bien. Y no olvidemos la tragedia de quienes murieron por el camino, de quienes fueron deportados y abandonados a su suerte en pleno desierto. Víctimas de la propia miseria, de la criminal desigualdad y de políticas de quienes quieren quedar muy bien sobre el papel pero que no previenen los nefastos resultados que luego provocan.
kiko