ZAGRA: -Remedios, ¿a qué no sabes de lo que me he enterado?...

-Remedios, ¿a qué no sabes de lo que me he enterado?
Remedios tenía un bonito puesto de flores, lleno de todo tipo de fragancias y multitud de colores.

- ¿De qué te has enterado Paquita?
-He estado comprando en el puesto de Antonio, me hacían falta tomates y cebollas. Delante de mí estaba Federico, el que trabaja en el banco, yo estaba en silencio esperando mi turno pero me he enterado de todo.
- ¿Qué es lo que pasa? Me tienes intrigada
-Parece ser que Antonio y Paloma, mi vecina, van a empezar a ir juntos a la piscina
- ¿Cómo? Pero ¿juntos de juntos?
-No sé, yo he escuchado que Federico le decía a Antonio si quería ir a correr con él el fin de semana, pero Antonio le decía que prefería irse con Paloma a la piscina
-No puedo creerlo, los dos casados y con sus hijos y ¿son amantes?
-Yo no sé si son amantes o no, solo digo que van a ir a la piscina juntos
-Sí, pero lo más lógico es que cada uno fuera a la piscina con sus respectivas parejas y con sus hijos, no ellos dos solos, además, ¡qué descaro!, en un lugar público
-Yo no creo que sus parejas lo sepan, no sé cómo lo van a hacer
-Lo ocultarán
-Pues cómo a los dos les entren hongos como a Macarena…
- ¿A Macarena, a la prima de Antonio? ¿le han salido hongos?
-Sí, parece que de la piscina, ha tenido que ir a la farmacia ha comprarse alguna medicina
-Perdonad que os moleste, no he podido evitar oíros -una joven estaba mirando las flores justo al lado de Remedios y Paquita- ¿han aparecido casos de hongos en la piscina?

-Sí, eso parece
La joven puso cara de pánico, ella era usuaria común de la piscina del pueblo, nunca había tenido ningún problema, pero ahora empezaba a alarmarse. Llegó a casa abrumada, su madre estaba preparándose para asistir precisamente a sus clases de natación

-Mamá, no vayas a la piscina
- ¿Por qué, Gisela? ¿Qué ocurre? Ya estaba preparada, pensaba salir para allá en un instante
-Me he enterado en el mercado que están apareciendo casos de hongos en la piscina, tiene que se importante, la joven que los ha sufrido tuvo que pedir medicamentos y todo
-No puedo creerlo, las dos llevamos mucho tiempo apuntadas y nunca nos ha pasado nada, ni tampoco a ninguna de nuestras compañeras de grupo
-Pues parece que es verdad
- ¿A quién se lo has escuchado? Puede que sean solo habladurías
-A Remedios, la dueña del puesto de flores del mercado
-Esa mujer no es nada chismosa, si se lo has escuchado a ella es porque es verdad
-Bueno, en verdad no lo decía ella, era otra mujer mayor la que se lo estaba contando a ella
-Si, pero seguro que es verdad. ¿Sabes? He cambiado de opinión, no voy a ir a la piscina
-Yo tampoco, prefiero apuntarme al gimnasio o me voy con Sara a correr, me dan mucho miedo los hongos
Gisela llamó a su amiga Sara para correr, le dijo que no iría a la piscina porque habían aparecido casos de hongos, que a ella le daban mucho miedo y prefería ir con ella a las pistas. En el recorrido a casa de Gisela, Sara se encontró a una compañera de natación de la madre de su amiga

-Hola Sara ¿a dónde vas?
-A casa de Gisela, nos vamos a correr -Eso está muy bien, hay que estar en forma
-Sí, eso es verdad
-Por cierto, Pepa no ha ido hoy a la piscina
-No, es que Gisela me ha contado que han aparecido casos de hongos en la piscina y no van a ir más, ni ella ni su madre
- ¡No me digas! Yo acabo de estar allí
-Sí, y por lo visto son graves, hasta se requiere medicación
-No puedo creerlo, pues ya no voy más, ahora mismo voy a llamar a Pepa para que me cuente
La compañera de grupo de natación de Pepa llamó a su amiga para que le contara

-Lo que te cuento Rosario, mi hija Gisela estuvo en el mercado a comprar unas flores en el puesto de Reme y una señora le estaba diciendo que una joven tenía que tomar medicamentos por unos hongos que le habían salido por la piscina
-Pues vaya, con el montón de personas que vamos a diario, esas cosas tenían que tener más cuidado
-Ya te digo, yo no voy más
-Pues yo tampoco
Rosario acudió al día siguiente al mercado y visitó a Remedios en el puesto de flores

-Reme, ¿qué me han contado? ¿Qué están saliendo hongos por consecuencia de la piscina?
-Ah…, pues sí, eso parece, algo de eso me contó Paquita, la verdad es que no atendí muy bien, pero sí, parece que una joven ha tenido que tomar medicamentos y todo
-No lo puedo creer, y yo llevo mucho tiempo yendo
-Pero eso no es lo que más me sorprendió, con lo que más asombrada me quedé fue con lo que me contó de su vecina Paloma y Antonio, el del puesto de frutas y verduras
- ¿Qué pasa con ellos?
-Que parece que están juntos
-No puedo creerlo, yo conozco a Mari, a la mujer de Antonio, con lo buena mujer que es, no se lo merece, y con tres niños que tienen
-Pues como te cuento - ¿Y quién es esa Paloma?
-Me parece que una prima de Mari, no lo recuerdo bien, pero algo de familia había por ahí… ¿o era la prima de Antonio la de los hongos? Mira, no lo recuerdo bien ahora, pero lo que está claro que Antonio engaña a Mari con Paloma
-Pobre Mari, no se lo merece, ya no te puedes fiar ni de tu familia
Indignada con la noticia, Rosario se despide de Remedios y se dirige al puesto de Antonio

-Hola Charito
-A mí no me llames así ¿eh? Que yo tengo mucha vergüenza, no como otros
-Pero bueno, Rosario, que era en plan cariñoso, no quería meterme contigo ni mucho menos, otras veces te he llamado así y no te has puesto de esta manera, que son muchos los años que nos conocemos
-O que creíamos conocernos, porque hoy en día ya no se conoce a nadie, y además, cariño a mí el mínimo
-Está bien, discúlpame, ¿Qué te pongo Rosario?
-Respeto y educación, cosa que otros no tienen
-Vaya, ¿qué te ocurre? ¿un mal día en el trabajo?
-Pues nada, que me acabo de enterar de que a una amiga el marido le engaña, …su prima, y me fastidia mucho, y encima se hacen los que no entienden nada
-Pues eso está muy mal, la verdad
-Ya… ya… eso es lo que decís todos, pero tú sigue así, sigue así que ya veras, con lo que vale Mari
- ¿Mi Mari? ¿Qué tiene que ver mi Mari en el engaño de tu amiga?
-Hombre… ¿tú me dirás?
- ¿Mi Mari? Pero ¿qué le pasa a mi Mari? mira Rosario no me líes, dime que quieres, anda
-Ya nada, se me ha olvidado con el disgusto, mira… ahí viene tu Mari