ZAGRA: Un cordial saludo a todos (¿en realidad somos tantos?),...

Un cordial saludo a todos (¿en realidad somos tantos?), después de las vacaciones uno llega como renovado, con energías nuevas para afrontar el duro año que siempre nos espera. Y he venido a este rincón, tan olvidado como el mismo pueblo de Zagra, a ver las novedades y me he encontrado que poco, aunque selecto, se ha vertido aquí. Los poemas y reflexiones de EG, estas últimas algo pesimistas pero no deja de tener su parte de razón, sin duda. Y como he estado desconectado de todo, casi como si hubiera estado muerto, desconozco cualquier novedad que se haya producido en nuestro querido pueblo o si se han celebrado más plenos o si, por fin, nuestros queridos representantes municipales han comenzado a trabajar de una vez por todas. Como ignoro todo eso, no haré ningún comentario al respecto.

Pero sí quería ahondar un poco en este último comentario de EG. Aunque tópico, no deja de ser acertado. Fijaos lo que sucede cuando la economía se basa en la especulación del ladrillo. Hay crisis porque antes los constructores vendían un piso por 60 millones cuando le costaba diez construirlo, y ahora que no lo venden, que no pueden ganar tanto margen, hay crisis. Hay crisis porque ningún gobierno ha sido capaz de frenar esa especulación, alguno hasta lo fomentó en su día, y éste la ha ignorado por completo. Hay crisis porque no se puede estar conforme con la política de subvenciones y subsidios, tantos años arrastrada, que siempre será pan para hoy y hambre para mañana. Hay crisis porque un gobierno torpe, con un presidente más torpe aún, se empeña en cuidar sólo las formas y no es capaz de dar repuestas contundentes a todo lo que está pasando. Hay crisis porque la mayoría de la gente está empecinada en vivir por encima de sus posibilidades, influenciada hasta el empacho por esta sociedad de consumo. Hay crisis porque no existen valores capaces de exaltar el esfuerzo y el trabajo en nuestra juventud, tan mimada por esta hipócrita sociedad del bienestar, que los hace cómodos y conformistas, viviendo de la sopa boba hasta los cuarenta años, o más. Hay crisis porque se abusa del subsidio de desempleo, y las empresas egoístas abusan de no dar de alta a sus trabajadores y otros chanchullos al estilo (¿ponemos algunos ejemplos?). Hay crisis porque de nuevo tenemos un gobierno inútil que desvía la atención hacia la memoria histórica y otras sandeces al estilo, y no es capaz de atender ni dar respuesta judicial y atencional a las víctimas de esta otra guerra actual: la violencia terrerorista, la violencia sexista (que no de género), la violencia del tráfico de drogas, la violencia infantil…, y mil violencias más que cada día se despliegan casi con total impunidad. Hay crisis porque tal vez tengamos que aprender que no es más rico quien más tiene, sino el que menos necesita, que hay que ser solidarios, que hay que exigir el derecho incuestionable para todo el mundo a la educación, a la sanidad y la vivienda. Y que esto no puede ser nunca motivo de especulación por nadie. Y mientras la crisis nos come el terreno, y miles de familias se quedan en la calle porque no pueden pagar sus esclavas hipotecas, el gobierno se empeña en hablar de musarañas y del derecho que tienen algunas personas en saber dónde están enterrados sus muertos o en juzgar, a otros muertos, por su presunto genocidio. Y mientras tanto en la pura realidad de nuestros días se da libertad a terroristas, a violadores de niños, a criminales, sin ningún tipo de juicio. Un gobierno que se preocupa de “arreglar” el pasado, no puede de ninguna de las maneras arreglar el presente y mucho menos el futuro. Apañaos estamos. O que el inmenso Dios, nos pille confesados. Como dice EG.

Kiko