Un velatorio: Doblan las
campanas, ¿ se habrá muerto fulanito ? sí, creo que anoche estaba agonizando, -pobre, con lo bueno, que era. - ya era bastante mayor. Todo el día pasa gente, sin parar, a todos la resignación cansina y con la explicación absurda. Los dolientes más intimos, sentados al lado del difunto, con cara misteriosa y pensamiento certero, se levantan con discreto cuidado, con mirada perdida, en busca seguramente, del lavabo, para recibir condolencías de personas queridas. LLega la
noche,
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