UNA CHARLOTADA EN
BAZA: Tendría yo, entre ocho y nueve años, cuando un día mi padre, nos subió a la
estación, fue mi primera impresión ante un
tren, su ruido y masa férrea, desbordaba mis esquemas cotidianos. Subimos, todo fue un descubrimiento, mi mundo acababa de traspasar los horizontes, que siempre veía de lejos, y ahora , son lugares que puedo sentir. Desde la estación de baza nos fuimos a la
plaza de toros, era una tarde, con un sol copioso, todo fue sorpresa, de no ser por la sed, me acuerdo
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