Aquí en esta calle vivía un viejo amigo, llamado José, su formación humanística es sumamente extraordnaria, buen amigo. Pasabamos largas tarde en verano paseando y hablando de filosofía y teología, yo lógicamente de receptor, es una excelente persona, segurammente estarás jubilado. Te envio desde este fuero, un fuerte abrazo y sepas, que nuestra amistad sigue fuerte y viva como siempre. A.R.desde el caño Jorge.