ZUJAR: UNA CHARLOTADA EN BAZA: Tendría yo, entre ocho y nueve...

UNA CHARLOTADA EN BAZA: Tendría yo, entre ocho y nueve años, cuando un día mi padre, nos subió a la estación, fue mi primera impresión ante un tren, su ruido y masa férrea, desbordaba mis esquemas cotidianos. Subimos, todo fue un descubrimiento, mi mundo acababa de traspasar los horizontes, que siempre veía de lejos, y ahora , son lugares que puedo sentir. Desde la estación de baza nos fuimos a la plaza de toros, era una tarde, con un sol copioso, todo fue sorpresa, de no ser por la sed, me acuerdo de unas mulas como tiraban de un carro, con un bidón agujereado, regaban la plaza, eso me excitaba más la sed, era imposible beber agua. Los payasos eran divertidos, hacia acrobacias con las vacas, hombres fuertes cogían las vaquillas por las astas, se sentaban en la cabeza y los cuernos entre las corvas y leían revistas, todo era un clamor popular, mi padre hombre divertido, se lo pasaba bien, mi sed, que no cesaba, cada vez iba a más, cuando acabó la fiesta, volvimos a la estación, allí había una fuente taza, tengo que confesar, que bebiendo aquella agua fresquita, sentí la mayor felicidad, mi viaje de regreso cogió el pulso de la felicidad, pero mi estancia en baza, junto con la charlotada, por no llevar agua en verano, quedó como un mal recuerdo, jamás he vuelto a ver torear en una plaza.
A.R. Desde el caño Jorge.