ZUJAR: 08-31 23:44:59 ESTANCIAS EN LAS CUEVAS: Tengo en...

08-31 23:44:59

ESTANCIAS EN LAS CUEVAS: Tengo en mi haber recuerdos confusos de las altas eras, al viento seco, a las voces veladas y entrecortadas, a las salpicadas luces de algunas casas de la carretera, a las penetrantes cuevas de la Cañá de San. Isidro y al olor; al nutrido grano limpio, que bajo la solitaria luna amontona en las eras, la paja para un invierno largo y duro.La luz ombria que refleja en las fachadas de cal, cuando amanece, los muleros, que despaciosos van en busca de la barcina, los niños, que con gestos de pereza, salen a la puerta de la cueva, a calentarse con el tibio sol de Oriente, la madre o la hermana, con escoba en mano barre, la paja., todo un sinfin, los gorriones, alegres, no paran de entrar y salir de una acacia, el panadero, ya lleva el agua, el humo por la chimenea salta, el reloj, toca los cuartos, para la misa del alba. Cuevas del Campo, en mi mente de la tierna infancia, tienes un espacio, que aunque trasplanten mi corazón, siempre ocupará el mismo espacio.

A.R.H. CON AMOR DESDE EL CAñO JORGE.




2005-08-31 22:48:04

UN RECUERDO DE INFANCIA: cUANDO YO, ERA UN CHIQUILLO ENTRE LOS OCHO Y DIEZ AñOS, CADA AñO POR EL MES DE JULIO, PASABA UNOS DíAS A

EN CUEVAS, MI FAMILIA TENíA UNA CUEVA CERCA DE DONDE VIVíA EL PAJARILLO, CERCA DEL lITO. Veniamos de Zújar en caballerias y con la mayor parte de la comida, a veces traíamos, los segadores, que duramente dormian en el tajo de siega, la vida era dificil para las criaturas desheredadas, que les tocó vivir en aquellos tiempos duros de la dictadura. Yo con mi escasa edad hacia servicio de chichanguero, algo parecido a un pinche de cocina, les llevaba el agua y la comida guisada en la cueva; recuerdo una burra platera, que era muy lista, le dejaba el ranzal suelto y, sin dudar, me llevaba por aquellas campiñas doradas, al tajo de siega.

Cuando acababa la siega venía la barcina, delante de la cueva, toda una explanada, la era, en sus bordes se colocaban las acinascon los cortes hacia fuera, era compartida por el vecino, se desataban los gambullos en forma cicular y los animales giraban y giraban con un trillo, la calor era tan intensa, ´que los pobres animales quedaban exhaustos, yo ayudaba para dar de beber, era tanta ávida la sed, que dejaban casi seco, el pilar de entre la carretera y la Iglesia . Lo que me encantaba era el frescor natural de la cueva, había que dormir con ropa, la luz era muy intensa. A la caída de la tarde se amontonaba la parva, a esperas, que el viento sople, a base de horca, se aventaba.

A.r desde el caño jorge de zújar.