La cijerilla; era una vereda estrecha, que había para pasar la rambla, el tramo entre la placeta de las mónicas y la calle alta que ramifica para la sima y la abatel. Despues de la escuela algunos niños nos juntabams para jugar a las escurriduras, en tecnología moderna al tobogán. El cuerpo del delito nos delataba, por llevar el calzado y los pantalone manchados de barro. Se aprovechaba un día que había llovido, o nosotros, con una lata regabamos el paso de grea o arcilla y con una gran habilidad, de cuclillas sobre los pies en série, nos dejabamos caer por la pendiente, era realmente un ejercicio de equilibrio y destreza, el no frenarse bruscamente y caer rodando, pero en el mejor de los casos o rompías el calzado débil o a los pantalones, le adentabas la faena de colocar remiendos en las culeras.
Desde el caño jorge. A.R.
Desde el caño jorge. A.R.