Un camino de ronda: Seguramente tendría entre ocho y diez años, cuando , a la salida del colegio nos juntabamos los dos otres del barrio nos dabamos nuestra pequeñas aventuras alrededor de la alcazaba, subiamos oentrabamos por la puerta de la sala de exposiciones , a veces cambiabamos garbanzos naturales por tostados y comenzABA LA RUTA A través de el camino, un poco peligroso, que coronaba la alcazaba, todo era veredas estrechas y cuevas con la fachada, con lo que ocupa una purta pequeña, encalada, la puerta hecha de trozos de madera sin ajustes, abría sobre el eje que hacía delateral. La gente se veía feliz y contenta , pues era su barrio, desde aquellos cantones, a veces se desprendían borreas o aludes de tierra, y quedaba como segada algún trozo de la misma, para nosotros los niños, era una aventura pasar largos y acompañados viajes por aquel camino de ronda, que visto, desde el lejano tiempo, me trae sensaciones que dificilmente podría describir con las letras del abecedario. Una vez en la rambla detrás de la cueva de lindes, los niños jugabamos al eco nos gritabamos el nombre y las leyes del sonido respondían, amigo lector este monumento natural, me evoca grandes recuerdos, que me gustaria conservarlos siempre.
Desde el Caño jorge. A.R.
Desde el Caño jorge. A.R.