Cuando era niño, alguna que otra vez, visitaba la Abatel, yo siempre la he considerado, como si de otro pueblo se tratara, las gentes eran amables y se quedaban mirando , como sorprendidas, de ver alguien fuera de contexto, pero, nunca me perdia el carnaval, todo el mundo se disfrazaba de forma ruda o bochanguera, por aquellos cantones con la repetida frase "A que no me conoces". Sorprende para un niño, que muchas veces corría, a la voz de: ¡la gurdia civil¡ expectáculo gratuito y divertido, la gente se lo pasaba bien, siempre me ha seducido este noble barrio, hoy es un espejismo en el pasado.
Dsde el c. Jorg.
Dsde el c. Jorg.