ESCARDANDO TRIGALES EN ZABROJA: Era una cuadrilla de hombres con almocafes en manos, pantalones de pana parcheados y descoloridos, camisa y chaqueta vieja de un traje desfasado... Camino de la Cuesta Guadix a la Zabroja sembrada;campiña de trigos, cebada y centeno. Con su escaso hato, su merienda bien aiereada, era placentera comerla , despues de media jornada, pués nunca supe distinguir la avena de la mata de trigo o cebada, ésta era un poco azulada y más mateada.El tajo era paciente, constante, uno de ellos marcaba la vesana, por reloj tenían el tren y el sol , cuando marchaba. Sus conversaciones eran un poco machistas, exhaltando a la soltera por lo bien dotada con algúna descortesía a suegra, primo o tal vez vecino rozado. Abril aguas mil, ¡qué deseado fue este refrán! si en este mes no llovía, los trigales quedaban pequeños y apenas se recogia. Todo un mundo de ilusión y esperanza de un primario pueblo dependiendo del azar y del buen tiempo. Desde el Caño Jorge.