ZUJAR: ADEMáS DE FAMILIA TAMBIéN AMIGO: Era algo moreno y...

ADEMáS DE FAMILIA TAMBIéN AMIGO: Era algo moreno y de estatura robusta y elevada, tenía ojos cafés, claros, redondos y brillantes. Su sonrisa cautivante, con cierto toque de bondad, algo sombrío y franco. Al anochecer, esa hora de alivio, el campesino se transforma en urbano allá por el café de Torres, su partida de cartas o de dominó ríen hasta derramar lágrimas. La luz blancuzca, apacible y uniforme calando el espeso humo del tabaco. Se retuerce en la silla de lado a lado, como si aflojaran un clavo, se da una palmadita en el muslo y rió, quizá una rutina vacía como cualquier otra, se rasca la cabeza, pasando su mano gruesa por la cara. Me miró en son de broma, meneó la cabeza simulando su aprobación y rió para sí. Mirando las fichas achicó los ojos y señaló con tono en un exagerado ademán. Se levanta al lavabo se oyen paso suaves y cautelosos. En la muerte todo se hunde en lo más profundo, cada uno por su propia cuenta, como si nunca hubiera habido unidad entre la mente y el espíritu y, al final como siempre, como si nada hubiera existido. Es el recuerdo a un ser querido. AR. Desde el caño Jorge.