Sol copioso en la era
Luz espesa y penetrante,
Desde la puerta de tablas
Apartas la cortina gruesa.
A la cara y al olfato
Llegan olores mezclados,
Con sensaciones a frescor
Y a puchero de largo hervor.
Pasas dentro, escasa luz
Tus pupilas se dilatan
Va consumiendo, espabila la torcía
En sus varios intentos, la luz
Del candil se aviva.
La olla está en sus últimos hervores,
Todo limpio y ordenado.
La mesa en su hule y el pan rebanado
Parece no haber pasado el tiempo.
Las paredes encaladas muestran,
Picadas a mano, todo un arte,
Formando bóvedas acañoneadas,
El agua del cántaro traspirada
natural como la misma cueva.
Mi sensación es armónica,
Me siento seguro y confortable
El silencio es total, nada lo altera
Vida sencilla, viva imaginación.
A la vida no se le puede pedir más,
No cabe, no puede ser mejor.
Recuerdo y sensaciones de mi infancia en Cuevas del campo. A.R. Desde el caño jorge.
.
Luz espesa y penetrante,
Desde la puerta de tablas
Apartas la cortina gruesa.
A la cara y al olfato
Llegan olores mezclados,
Con sensaciones a frescor
Y a puchero de largo hervor.
Pasas dentro, escasa luz
Tus pupilas se dilatan
Va consumiendo, espabila la torcía
En sus varios intentos, la luz
Del candil se aviva.
La olla está en sus últimos hervores,
Todo limpio y ordenado.
La mesa en su hule y el pan rebanado
Parece no haber pasado el tiempo.
Las paredes encaladas muestran,
Picadas a mano, todo un arte,
Formando bóvedas acañoneadas,
El agua del cántaro traspirada
natural como la misma cueva.
Mi sensación es armónica,
Me siento seguro y confortable
El silencio es total, nada lo altera
Vida sencilla, viva imaginación.
A la vida no se le puede pedir más,
No cabe, no puede ser mejor.
Recuerdo y sensaciones de mi infancia en Cuevas del campo. A.R. Desde el caño jorge.
.