La verdadera es esta. La verdadera es aquella. ¡La única verdadera estuvo clavada en el
Calvario! Y en ella estábamos todos presentes: Los del LLano, los de la
Fuente, los de Pernambuco, los de Viena, los de Londres...
Por cierto, me llamó la atención una vez que estuve y ví mucha gente en eso que me parece que llamáis la "traída del romerito", pero luego, en la Misa y en la
procesión posterior que salió de la
Iglesia con la
cruz, vi poquísima gente. ¿Qué explicación puede tener esta paradoja?