Buenas tardes alosneros:
Conchi, como ya sabes, lo de mi hijo fue un esguince en la rodilla. Tiene que hacer reposo durante 10 días pero al final parece que no resultó tan grave como pensábamos.
Lo fastidioso de estas cosas es que son lentitas y para hacer dos simples radiografías se nos fue toda la mañana y parte de la tarde.¡Ya sabes! Las cosas de palacio van despacio.
Anoche cuando llamaste ya me iba a dormir a pasar de ser tan temprano pues estar desde las 10 por el campo, y después preparar la barbacoa para 15 personas cansa un poco.¡Eso sí! El allioli, que lo hice en mortero, como Dios manda, estaba buenísimo pero me dejó el brazo -pál arrastre- Ja, ja, ja.
Eso que explicas del hielo yo no lo viví nunca pues ni en Alconchel ni en la Rada se acostumbraba a poner las bebidas o alimentos con hielo de barras, por lo menos hasta despues de tener yo 17 años.
Yo conocía el hielo, aparte claro está, de cuando helaba o nevaba en invierno, de los días de la Virgen de la Cuesta que es cuando aparecía el día 7 de mayo por la ermita, el heladero, con su máquina de hacer helados; con hielo picado y dándole muchas vueltas conseguía hacer helados de dos sabores: fresa y limón.
Tenía un aparatito con las medidas. Una era para un helado de 50 cms, otra para una peseta y el más gordo de todos era para la de dos, y si te comías dos de esos hasta te cogía hasta mal de barriga y todo.
Lo primero que hacía el heladero es ajustar la medida al precio indicado por el golosillo o golosilla comprador/ra, dependiendo de -los cuartos- de que disponía para -pasar la fiesta-; luego ponía -una galleta- (barquillo), rellenaba con un cucharón el hueco de la medida y a continuación colocaba otra galleta. Con un movimiento rápido de mano y derrochando gran destreza sacaba el helado de fresa entregándolo al comprador que una vez en sus manos, lo iba lamiendo y paladeando con fruición.
Recuerdo un año que, comí tantos, que me puse muy malita y tuve además de fiebre, mucho sueño y delirios o malos sueños.
¡Ay Poeta, qué romántico eres con eso del amor! Poeta, hombre, no digas que uno se muere por aburrimiento con lo divertida que es la vida..Uno se muere porque se muere y por que le ha llegado la hora ¡Vamos, pienso yo!
Conchi no hagas caso de los capones que he dado, que además de darlos con cariño a veces ni los llegaba a dar, siempre me quedaba en : Pórtate bién Topo-Analfabeto que sino.. Y ya sabes tu que perro ladrador, poco mordedor.
EMIGRAO, deja de quejarte tanto de tu brazo que a mi me das envidia y ya voy siguiéndote los pasos, que yo soy muy envidiosa y -mie- da veo, mie-da quiero Ja, ja, ja.
Venga chicos que esto se está alargando. Un beso para todos y hasta otro día. Milagros.
Conchi, como ya sabes, lo de mi hijo fue un esguince en la rodilla. Tiene que hacer reposo durante 10 días pero al final parece que no resultó tan grave como pensábamos.
Lo fastidioso de estas cosas es que son lentitas y para hacer dos simples radiografías se nos fue toda la mañana y parte de la tarde.¡Ya sabes! Las cosas de palacio van despacio.
Anoche cuando llamaste ya me iba a dormir a pasar de ser tan temprano pues estar desde las 10 por el campo, y después preparar la barbacoa para 15 personas cansa un poco.¡Eso sí! El allioli, que lo hice en mortero, como Dios manda, estaba buenísimo pero me dejó el brazo -pál arrastre- Ja, ja, ja.
Eso que explicas del hielo yo no lo viví nunca pues ni en Alconchel ni en la Rada se acostumbraba a poner las bebidas o alimentos con hielo de barras, por lo menos hasta despues de tener yo 17 años.
Yo conocía el hielo, aparte claro está, de cuando helaba o nevaba en invierno, de los días de la Virgen de la Cuesta que es cuando aparecía el día 7 de mayo por la ermita, el heladero, con su máquina de hacer helados; con hielo picado y dándole muchas vueltas conseguía hacer helados de dos sabores: fresa y limón.
Tenía un aparatito con las medidas. Una era para un helado de 50 cms, otra para una peseta y el más gordo de todos era para la de dos, y si te comías dos de esos hasta te cogía hasta mal de barriga y todo.
Lo primero que hacía el heladero es ajustar la medida al precio indicado por el golosillo o golosilla comprador/ra, dependiendo de -los cuartos- de que disponía para -pasar la fiesta-; luego ponía -una galleta- (barquillo), rellenaba con un cucharón el hueco de la medida y a continuación colocaba otra galleta. Con un movimiento rápido de mano y derrochando gran destreza sacaba el helado de fresa entregándolo al comprador que una vez en sus manos, lo iba lamiendo y paladeando con fruición.
Recuerdo un año que, comí tantos, que me puse muy malita y tuve además de fiebre, mucho sueño y delirios o malos sueños.
¡Ay Poeta, qué romántico eres con eso del amor! Poeta, hombre, no digas que uno se muere por aburrimiento con lo divertida que es la vida..Uno se muere porque se muere y por que le ha llegado la hora ¡Vamos, pienso yo!
Conchi no hagas caso de los capones que he dado, que además de darlos con cariño a veces ni los llegaba a dar, siempre me quedaba en : Pórtate bién Topo-Analfabeto que sino.. Y ya sabes tu que perro ladrador, poco mordedor.
EMIGRAO, deja de quejarte tanto de tu brazo que a mi me das envidia y ya voy siguiéndote los pasos, que yo soy muy envidiosa y -mie- da veo, mie-da quiero Ja, ja, ja.
Venga chicos que esto se está alargando. Un beso para todos y hasta otro día. Milagros.