Milagros lamento la lesión de tu hijo, pero eso es leve ya verás como pasa pronto, yo tengo un hijo que juega mucho al futbol y unas veces con tobillos y otras con rodillas, pero se recupera pronto.
Castilleja, lo colocaría en alguna Virgen de los Dolores, que tendrá allí, puedes decirle que he ido a Castilleja de la Cuesta, he escuchado misa en rogativa a su mejoría y he sentido miedo a veces por ella, siceramente lo he sentido, si la ves puedes comunicarle lo de Castilleja, lo del miedo no, pués necesita animos, Emigrao, gracias hombre por esa consideración hacia mi, esto es resciproco, que tu hombro se recupere y tu mujer tambien.
Hoy iba a ir a la sierra pero amanecí con fiebre, bastante debido a la garganta, esto no creo sea algún "tironcillo" pués yo cuando de un tirón ya será definitivo.
Sevilla tuvo hace años, ante de que existiera el frigorifico, "el carro de la nieve" que repartian barras de hielo por bares y casas para refrescar la bebidas, lo hacian con telas de sacos de yuste al hombro.
Las calles se convertian en piscinas para regar a los chiquillos, la calor los patios de vecinos, la azotea de la casa se convertía en una sala más y allí subian grupos de mujeres a bordar. El primer cuarto de siglo XX, estaban repletas de frescura, espontaneidad y alegría, se improvisaba un baile por sevillanas al aire libre mientras al fondo de la historia, se escucha el lamento de la guitarra, que acompaña cualquier fiesta improvisada, eran otros tiempos, no existia la Coca Cola, ni refrescos naturales, ya en el pasodoble del Gato Montés, se escucha una voz que pregona ¡gaseosas frescas!
Buenas noches y saludos para todas y todos.
El Poeta.
Castilleja, lo colocaría en alguna Virgen de los Dolores, que tendrá allí, puedes decirle que he ido a Castilleja de la Cuesta, he escuchado misa en rogativa a su mejoría y he sentido miedo a veces por ella, siceramente lo he sentido, si la ves puedes comunicarle lo de Castilleja, lo del miedo no, pués necesita animos, Emigrao, gracias hombre por esa consideración hacia mi, esto es resciproco, que tu hombro se recupere y tu mujer tambien.
Hoy iba a ir a la sierra pero amanecí con fiebre, bastante debido a la garganta, esto no creo sea algún "tironcillo" pués yo cuando de un tirón ya será definitivo.
Sevilla tuvo hace años, ante de que existiera el frigorifico, "el carro de la nieve" que repartian barras de hielo por bares y casas para refrescar la bebidas, lo hacian con telas de sacos de yuste al hombro.
Las calles se convertian en piscinas para regar a los chiquillos, la calor los patios de vecinos, la azotea de la casa se convertía en una sala más y allí subian grupos de mujeres a bordar. El primer cuarto de siglo XX, estaban repletas de frescura, espontaneidad y alegría, se improvisaba un baile por sevillanas al aire libre mientras al fondo de la historia, se escucha el lamento de la guitarra, que acompaña cualquier fiesta improvisada, eran otros tiempos, no existia la Coca Cola, ni refrescos naturales, ya en el pasodoble del Gato Montés, se escucha una voz que pregona ¡gaseosas frescas!
Buenas noches y saludos para todas y todos.
El Poeta.