ALOSNO: ¡Ay!, mi fuente del piano, muy prontito estaré mojándome...
¡Ay!, mi fuente del piano, muy prontito estaré mojándome las manos en tu pileta, para recordar viejos y entrañables tiempo de niñez y juventud.
Una fuente para tirar penas y un piano para cantar alegrías.
Fermina.