Siento mi píel rugosa
cortada por los surcos,
arada por los años,
que es un campo duro
que se ha empezado a arar,
los surcos de mi besana
no dejan de trabajar,
mecen mi cabello plata
que ahora dornan mi frente,
esos rubios y dorados
de mi juventud resplandeciente.
Ahora vuelan al aire,
su ritmo es cansado
como cardos que surgen
de mi cerebro,
desafián a este mundo descabellado,
ante eran rubios y bien peinados,
ahora se los lleva la besana,
la besana de mi arado.
El Poeta
cortada por los surcos,
arada por los años,
que es un campo duro
que se ha empezado a arar,
los surcos de mi besana
no dejan de trabajar,
mecen mi cabello plata
que ahora dornan mi frente,
esos rubios y dorados
de mi juventud resplandeciente.
Ahora vuelan al aire,
su ritmo es cansado
como cardos que surgen
de mi cerebro,
desafián a este mundo descabellado,
ante eran rubios y bien peinados,
ahora se los lleva la besana,
la besana de mi arado.
El Poeta