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ALOSNO: LA CHICHARRA....

LA CHICHARRA.

El aire sopla solano,
rizos hace a la mar,
trillan la mulas en la era,
la siesta empiezo a dormir ya,
la chicharra inoportuna
ha empezado a cantar
con el batir de sus alas
ha empezado a molestar,
la puerta entreabierta,
o es casi cerra,
es lo mismo que mas da,
es la hora de la siesta
la chicharra no me deja descansar,
ella bate sus alas
en un incansable cantar,
la chicharra que no para,
quiero dormir ya,
mañana empieza la siega,
tengo yo que madrugar,
la tarde viene cayendo
Alosno el sol débil está
la tarde ha sido larga y la chicharra
sin parar.
Ha pasado la siesta,
la fuente voy a buscar
mi garganta está seca
de a la chicharra escuchar,
las mulas están pastando
la voy a recoger,
primero veo a la mulas
y después mi querer,
hablamos de futuro y también del ayer,
la chicharra que no para,
yo voy a enloquecer.
Ha caído la noche,
la lechuza voy a ver
está en el olivo,
igual que estaba ayer,
ha emprendido vuelo
ya no la puedo ver,
aunque la noche es clara,
la lechuza asuste,
la chicharra que no para,
yo creo enloquecer,
ese frotar de sus alas
el sentido voy a perder.
Ha llegado el Otoño,
ha empezado a llover,
ya no oigo la chicharra,
ella a muerto también,
como murió nuestro cariño,
murió nuestro querer,
esas cosas son así,
¡no llores mujer!
que volverá la chicharra,
y encontrarás otro querer,
las cosas no son eternas,
tampoco lo es el querer,
pues empezó a desgastarse,
de tanto hacer uso de él,
ya ha callado la chicharra,
la fuente calla también,
ahora escucho una salve
a la Virgen al amanecer,
es el Rosario de la Aurora,
¡Que en Alosno yo canté!

El Poeta.