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ALOSNO: Amigo Antonio, tu si que tienes sensibilidad y amor...

Amigo Antonio, tu si que tienes sensibilidad y amor a tu pueblo, yo soy también un nostálgico que me alegro de que encuentres en este foro un ambiente familiar, creo estas por Madrid, el lugar no me importa, me importa la persona por eso te voy a dejar por ahí mis recuerdos, a ti y a todos y todas los que en la época de los 60 cogieron ese tren de fúmata triste, que contradictoriamente se alejaban de aquello que mas querían, pero desgraciadamente por estos lares no podía una persona mantener a sus hijos con tortas de chicharrón. (Se positivamente que al menos dos personas sonreirán con esto de las tortas)

MIS RECUERDOS:
Hoy he vuelto al ayer, como si volviese a nacer, caminé por un sendero, en que el Cielo no se podía ver, entre él y mi mirada se oponía el mas variado variado vergel, sendero de flores blancas, rosas, lirios, entre las agresivas zarzas yo los podía ver; imaginaba un sol fuerte, inclemente, pero la vegetación era tan bondadosa que me protegía de él; entre álamos, chopos, higueras entremezcladas, y un concierto de ornitología me hacía estremecer era tan bello el canto del ruiseñor, que hasta el genio Beethoven dicen copió de él.
Seguía caminando, hiedras y henredaderas los tilos ya florecían con su hermosa flor blanca, como si me fuesen siguiendo en la soledad que quise voluntariamente escoger, dejadme con mi soledad, que esa soledad muy hermosa es.
Los rayos del sol, como ancianas en las ventanas, tímidamente se asomaban a ver, a ese caminante que en la soledad del bosque niño se sintió otra vez, hoy he caminado como si hubiese sido ayer, hoy me he sentido niño, por una sola vez, los rayos del sol asomaban con hermosa timidez, con timidez de niño, en que yo me quise ver.
Me acompañaba un arroyo, ni yo me quedaba atrás, tampoco se paraba él, su agua tan transparente, su fondo te dejaba ver, y era tan bondadoso que te invitaba a beber, seguí mi camino y tuve que volver, iba despertando de mi sueño, y vi que ya no era el ayer, era el día de hoy que feliz soy también, pero si algún día me pierdo, que nadie me busque, ni llore, que yo feliz seré, caminaré por ese sendero hermoso, aunque mayor ya esté, que aunque yo esté solo, respetar mi soledad, que la soledad a nadie molesta y muy hermosa es, seguirán los tilos con su hermosa flor blanca, y el concierto del ruiseñor para los hombres que quieran aprender, el ruido del agua deslizándose, compás de palmas parece hacer, como si fuese un teatro en que no hace falta chaqué, solo naturaleza, la bóveda para la acústica, la aporta; el quejigo, la higuera y la seriedad del ciprés; el viento levemente le azota para que la guitarra suene también, como tablao flamenco, el ruido del sauce llorón,.... ¿llorón?... no se porqué, pues vive en soledad y la soledad muy hermosa es.
Si algún día me pierdo, respetar mi soledad, respetar mi vejez, esta ultima llega sola la primera la pude escoger, respetar mi soledad, que a nadie molesta y muy hermosa es.

El Poeta.