¡Ay! Alosno, si llave del cante
yo tuviera,
se la pondría al estandarte de San Antonio,
al llegar la primavera.
¡Ay! Alosno, si San Antonio quisiera,
yo me volvería a encontrar con esa mujer alosnera.
Ojos claros, piel morena,
labios rojos, pelo negro,
¡Ay! así la recuerdo a ella,
porque así ella era,
un adiós sin rencor, a mi me fue alejando,
como la brumas del Chanza marchan,
cuando el día va avanzando,
en busca de tierras santas,
¡Ay! Alosno te está esperando,
una veleta en su torre,
y la cigüeña anidando,
bajo cúpula dorada
a la Virgen de Gracia estoy rezando,
y San Juan, verbenero,
mi plegaria escuchando.
Que quiero estar en Alosno,
donde crezcan los rosales
sobre las peñas mas agrias.
Donde broten los claveles
sin que los abreve el agua.
Donde los sauces no lloren.
Donde las hojas no caigan.
Donde las vides den nardos
y magnolias las acacias,
las encinas violetas,
y los álamos den dalias,
y los fresnos crisantemos
y los abrojos naranjas.
Que buscando la quimera
te vieron besar el Alba,
y las noches te abrazaron
sobre rutas empolvadas,
tus ojos mirando lejos
una aldea de fantasmas,
¡Ay! Alosno, si San Antonio me dejara,
encontrar a esa alosnera,
que yo llevo en el alma,
sus ojos verdes claros,
como luna reflejada en el agua,
su pelo negro era,
su piel parecía de cubana,
¡Ay! pero no, ella era morena,
morena clara, como las noches de agosto,
que se quedó con mi alma.
¡Ay! San Antonio ¿porque no me dejas encontrarla?
para besar esos claveles,
¡Que son sus labios granas!
El Poeta.
yo tuviera,
se la pondría al estandarte de San Antonio,
al llegar la primavera.
¡Ay! Alosno, si San Antonio quisiera,
yo me volvería a encontrar con esa mujer alosnera.
Ojos claros, piel morena,
labios rojos, pelo negro,
¡Ay! así la recuerdo a ella,
porque así ella era,
un adiós sin rencor, a mi me fue alejando,
como la brumas del Chanza marchan,
cuando el día va avanzando,
en busca de tierras santas,
¡Ay! Alosno te está esperando,
una veleta en su torre,
y la cigüeña anidando,
bajo cúpula dorada
a la Virgen de Gracia estoy rezando,
y San Juan, verbenero,
mi plegaria escuchando.
Que quiero estar en Alosno,
donde crezcan los rosales
sobre las peñas mas agrias.
Donde broten los claveles
sin que los abreve el agua.
Donde los sauces no lloren.
Donde las hojas no caigan.
Donde las vides den nardos
y magnolias las acacias,
las encinas violetas,
y los álamos den dalias,
y los fresnos crisantemos
y los abrojos naranjas.
Que buscando la quimera
te vieron besar el Alba,
y las noches te abrazaron
sobre rutas empolvadas,
tus ojos mirando lejos
una aldea de fantasmas,
¡Ay! Alosno, si San Antonio me dejara,
encontrar a esa alosnera,
que yo llevo en el alma,
sus ojos verdes claros,
como luna reflejada en el agua,
su pelo negro era,
su piel parecía de cubana,
¡Ay! pero no, ella era morena,
morena clara, como las noches de agosto,
que se quedó con mi alma.
¡Ay! San Antonio ¿porque no me dejas encontrarla?
para besar esos claveles,
¡Que son sus labios granas!
El Poeta.