A SAN ANTONIO.
Sombrero de cinta negra,
mantas de finos hilados,
sillas vaqueras y trajes,
de puro corte alosnero,
jinetes con sus parejas
amazonas con su garbo
vara al estribo derecho,
bota de vino colgando,
medalla antoniana al cuello,
en sus manos una vara de nardos,
en el camino perfumes,
que las jaras nos van dando,
haciendo escolta al camino,
El Divino Portugués
entre claveles y nardos,
una rosa roja en tus manos,
otra tienes en tus labios,
una tiras al cortejo,
cuando pasa a tu lado,
otra abre una boca,
y se ven unos bonitos labios,
diciendo ¡Viva San Antonio!
su carreta van tirando,
una yunta de bueyes,
de este milagroso Santo.
Romería de mi Alosno,
romería de mi barrio,
¿cuantos años sin verte?
lo que de ahí nos marchamos,
con lagrimas en los ojos,
y el corazón destrozado,
por no querer perder las raices,
de las que los alosneros brotamos.
El Poeta.
Sombrero de cinta negra,
mantas de finos hilados,
sillas vaqueras y trajes,
de puro corte alosnero,
jinetes con sus parejas
amazonas con su garbo
vara al estribo derecho,
bota de vino colgando,
medalla antoniana al cuello,
en sus manos una vara de nardos,
en el camino perfumes,
que las jaras nos van dando,
haciendo escolta al camino,
El Divino Portugués
entre claveles y nardos,
una rosa roja en tus manos,
otra tienes en tus labios,
una tiras al cortejo,
cuando pasa a tu lado,
otra abre una boca,
y se ven unos bonitos labios,
diciendo ¡Viva San Antonio!
su carreta van tirando,
una yunta de bueyes,
de este milagroso Santo.
Romería de mi Alosno,
romería de mi barrio,
¿cuantos años sin verte?
lo que de ahí nos marchamos,
con lagrimas en los ojos,
y el corazón destrozado,
por no querer perder las raices,
de las que los alosneros brotamos.
El Poeta.