Luz ahora: 0,10405 €/kWh
UNA DÉCADA DEL FANDANGO DE LUTO:
A TORONJO FALLECIDO EL 2 DE JULIO DE 1.998.
Los toronjos ya cantaban
cuando en la cuna los mecían.
Y quien le cantaba la nana
de ellos a la vez aprendían
a cantar por sevillanas
con esas cañas partías.
Que así empezó la cosa de romería
en romería, los primeros en sevillanas,
y cuando su hermano faltó,
surgió Paco Toronjo
y en Rey del Fandango se erigió.
Esa voz ronca, con aguardiente se aclaraba
hacia patria de su Alosno,
y nadie se le asemejaba,
eran poemas del pueblo
con guitarra acompasada.
Así empezaba la noche
y amanecía la mañana,
con el toque majestuoso
con El Pinche a la guitarra.
Ese maratón de fandangos, de esos fandangos alosneros,
entre cipreses y lirios a él le subieron al cielo,
le subieron a un pedestal
y hasta alas le pusieron,
el era un ángel flamenco,
flamenco y alosnero,
su garganta se rompió,
¡cuanto canto a su pueblo!
y con su trinar de fandagos,
el se fue al cielo,
voz ronca de perdiz y trinar de jilguero,
era el contraste del fandango del maestro alosnero.
Allá arriba, cita ellos se dieron,
se encontró a Paco Isidro
y ambos compitieron,
uno lo hacía por Huelva,
el otro por sus alosneros,
que llevaron a conocer
en todo el mundo entero.
Con una bandera blaquiazul,
en la proa de un velero,
velas blancas navegando,
azul mar rizada,
y en su boca ¡un te quiero!
huérfano te quedas fandango,
Toronjo se va al cielo,
como lloraban el mar,
como lloraba el velero,
como lloraban las olas,
y Alosno el pueblo entero,
la espuma venía a la orilla
para salir corriendo luego,
en un jugar sin fin,
era un triste juego,
el fandango esta de luto
su rey se fue al cielo.
Pero contento estaba el cielo,
por el ángel que llegaba,
un ángel con arte y con salero.
Pero Alosno lloraba,
no tenía consuelo,
lloraban las guitarras,
pues todas enmudecieron.
Por ese Rey del Fandango,
de ese cante Alosnero.
¡Callar campanas de mi torre!
no toquéis más a duelo,
que Toronjo entra por la puerta grande.
En el Paraíso del Cielo.
El Poeta
A TORONJO FALLECIDO EL 2 DE JULIO DE 1.998.
Los toronjos ya cantaban
cuando en la cuna los mecían.
Y quien le cantaba la nana
de ellos a la vez aprendían
a cantar por sevillanas
con esas cañas partías.
Que así empezó la cosa de romería
en romería, los primeros en sevillanas,
y cuando su hermano faltó,
surgió Paco Toronjo
y en Rey del Fandango se erigió.
Esa voz ronca, con aguardiente se aclaraba
hacia patria de su Alosno,
y nadie se le asemejaba,
eran poemas del pueblo
con guitarra acompasada.
Así empezaba la noche
y amanecía la mañana,
con el toque majestuoso
con El Pinche a la guitarra.
Ese maratón de fandangos, de esos fandangos alosneros,
entre cipreses y lirios a él le subieron al cielo,
le subieron a un pedestal
y hasta alas le pusieron,
el era un ángel flamenco,
flamenco y alosnero,
su garganta se rompió,
¡cuanto canto a su pueblo!
y con su trinar de fandagos,
el se fue al cielo,
voz ronca de perdiz y trinar de jilguero,
era el contraste del fandango del maestro alosnero.
Allá arriba, cita ellos se dieron,
se encontró a Paco Isidro
y ambos compitieron,
uno lo hacía por Huelva,
el otro por sus alosneros,
que llevaron a conocer
en todo el mundo entero.
Con una bandera blaquiazul,
en la proa de un velero,
velas blancas navegando,
azul mar rizada,
y en su boca ¡un te quiero!
huérfano te quedas fandango,
Toronjo se va al cielo,
como lloraban el mar,
como lloraba el velero,
como lloraban las olas,
y Alosno el pueblo entero,
la espuma venía a la orilla
para salir corriendo luego,
en un jugar sin fin,
era un triste juego,
el fandango esta de luto
su rey se fue al cielo.
Pero contento estaba el cielo,
por el ángel que llegaba,
un ángel con arte y con salero.
Pero Alosno lloraba,
no tenía consuelo,
lloraban las guitarras,
pues todas enmudecieron.
Por ese Rey del Fandango,
de ese cante Alosnero.
¡Callar campanas de mi torre!
no toquéis más a duelo,
que Toronjo entra por la puerta grande.
En el Paraíso del Cielo.
El Poeta