Pobre humilde poeta
de quimeras soñador,
has seguido el cauce del río
que a Alosno te llevó,
con tus sueños y tus cantos
a Alosno fuiste a parar,
entre jaras y aguarzos,
y a su virgen a rezar,
que viva el Cabezo Juré
y sus limpios vientos de Huelva,
esos que huelen a marisma
y allí su olor es a Sierra,
que viva mi Huelva marinera,
y mi Andévalo minero,
que viva mi sierra de Huelva,
y viva el fandango alosnero,
que viva el agua clara
de río donde tu te lavas,
que viva también las piedras
que la corriente arrastraba,
ellas veían tu cuerpo
en su agua te bañabas,
yo no podía verlo,
pobre poeta soñador de quimeras,
¡Solo lo adivinabas!
que las piedras me dan celos,
y celos de tus enaguas,
celos me dan los prados
que tu suavemente pisabas,
celos siento de tus zapatos
ellos de mi te alejaban.
Y como soñador de quimeras
en Alosno yo esperaba,
este humilde poeta
con los fandagos que escuchaba,
esperaba en tu puerta
y tu nunca llegabas,
¡Ay! celos de tus zapatos,
que de mi te alejaban.
Hoy despierto de mi quimeras,
y junto a mi, ¡Tu estabas!
Cantando por Alosno,
¡Viva esos labios granas!
El Poeta
de quimeras soñador,
has seguido el cauce del río
que a Alosno te llevó,
con tus sueños y tus cantos
a Alosno fuiste a parar,
entre jaras y aguarzos,
y a su virgen a rezar,
que viva el Cabezo Juré
y sus limpios vientos de Huelva,
esos que huelen a marisma
y allí su olor es a Sierra,
que viva mi Huelva marinera,
y mi Andévalo minero,
que viva mi sierra de Huelva,
y viva el fandango alosnero,
que viva el agua clara
de río donde tu te lavas,
que viva también las piedras
que la corriente arrastraba,
ellas veían tu cuerpo
en su agua te bañabas,
yo no podía verlo,
pobre poeta soñador de quimeras,
¡Solo lo adivinabas!
que las piedras me dan celos,
y celos de tus enaguas,
celos me dan los prados
que tu suavemente pisabas,
celos siento de tus zapatos
ellos de mi te alejaban.
Y como soñador de quimeras
en Alosno yo esperaba,
este humilde poeta
con los fandagos que escuchaba,
esperaba en tu puerta
y tu nunca llegabas,
¡Ay! celos de tus zapatos,
que de mi te alejaban.
Hoy despierto de mi quimeras,
y junto a mi, ¡Tu estabas!
Cantando por Alosno,
¡Viva esos labios granas!
El Poeta