ALOSNERA Y OLE, si nos es posible, este lunes hablaremos con el Presidente de la Hermandad de san Antonio de Padua para que nos cuente como ha transcurrido la romería. Escuche el pregón a San Antonio en la Iglesia de tu pueblo a cargo de Marcos Jiménez. Pudimos disfrutar de la danza de las espadas, común en otros tiempos a todo el Andévalo. Nos deleitaron con fandangos y nos ofrecieron un convite en el antiguo teatro, donde Don Antonio Vergara dio su pregón hace unos años, muy bien servido.
Hoy, mientras esperaba que me prepararan a mi nietecillo, escuche por TV un debate sobre el aborto. Yo, ni quito ni pongo, solo escribo estas letrillas que siguen.
ABORTO
No me dejan existir
Madre nunca podré verte
Si no me dejan nacer
Como voy a conocerte
Mi madre nunca sabrá
Del color de mis mejillas
Y nunca me paseará
Por las calles de su villa
No tendrá preocupaciones
Por los cates de la escuela
Ni vera por mis cajones
Las perrillas de la abuela
No sabrá nunca de mí
Ni sabrá de mi carrera
Nunca sabrá si me gusta
El sembrar la sementera
No sabrá de mi carrera
De medico o boticario
De físico o de arquitecto
O tal vez veterinario
No sabrá de mis amores
Tampoco mis desventuras
Ni si le daría algún nieto
Esas tiernas criaturas
No sabrá de mis amigos
De mis juegos escolares
Del siete en mis pantalones
Y mis peleas en la calle
No me dejaron nacer
Nunca tendrá la alegría
De abrazarme entre sus pechos
Y de ser la Madre mía.
A. E. I.
Hoy, mientras esperaba que me prepararan a mi nietecillo, escuche por TV un debate sobre el aborto. Yo, ni quito ni pongo, solo escribo estas letrillas que siguen.
ABORTO
No me dejan existir
Madre nunca podré verte
Si no me dejan nacer
Como voy a conocerte
Mi madre nunca sabrá
Del color de mis mejillas
Y nunca me paseará
Por las calles de su villa
No tendrá preocupaciones
Por los cates de la escuela
Ni vera por mis cajones
Las perrillas de la abuela
No sabrá nunca de mí
Ni sabrá de mi carrera
Nunca sabrá si me gusta
El sembrar la sementera
No sabrá de mi carrera
De medico o boticario
De físico o de arquitecto
O tal vez veterinario
No sabrá de mis amores
Tampoco mis desventuras
Ni si le daría algún nieto
Esas tiernas criaturas
No sabrá de mis amigos
De mis juegos escolares
Del siete en mis pantalones
Y mis peleas en la calle
No me dejaron nacer
Nunca tendrá la alegría
De abrazarme entre sus pechos
Y de ser la Madre mía.
A. E. I.