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ALOSNO: Bueno Antonio, pues se decía, ¡en todos los trabajos...

POETA, ALOSNERA Y OLE, ya va tocando a su fin el programa de los pueblos, no se si seguiré los lunes del verano para acompañar a mi compañero Antonio con canciones dejando el teléfono libre para los oyentes o nos despediremos hasta octubre, ya veremos a ver. Mientras tanto voy dejando algunas letrillas y espero que mi rapidez no sea un impedimento y pueda conservar estas letras en mi archivo.

CORAZÓN ROTO

El corazón le explotó
Sin poderlo remediar
Quedó prendido de amor
De una joven singular

En un balcón de una calle
De un pueblecito serrano
Se asomaba tiernamente
Un joven desconsolado

Aquellos labios rubí
Aquellos cabellos largos
Aquellos ojos tan negros
Aquellas preciosas manos

Con su flechazo, “Cupido”
Su corazón dejo helado
Y la joven se marchó
¡La flecha no le ha alcanzado!

¿Porqué, “Cupido” que lanza
Esas flechas con tus manos?
¿Solo le alcanzasteis a él
Y a ella, ni las rozado?

Ahora, su corazón roto
Partido por todos lados
Llora la perdida innoble
De un amor desesperado

Ni el vencejo, con sus vuelos
Ni la alondra, con sus cantos
Pueden sanar el corazón
De un amor y un desencanto

Ya no sale a su balcón
Ya no se acuesta en su cama
Ya no tiene corazón
Quedó enganchado en sus ramas
A. E. I.

Bueno Antonio, pues se decía, ¡en todos los trabajos se fuma! cuando se hacía algún alto en el camino.
No volví a entrar por la radio, y no fue por nada en particular ya pudiste comprobar que mi conversación es fluida, yo lo se por lo que pago de móvil, no es una auto-valoración es auto-critica, pues tanto tú como mi medio paisano Antonio, me diste chance para la charla.
Cuando Cortelazor, os tenía preparado un largo repertorio,
sobre su origen, por desconocer hasta los lugareños, que Diego Corrientes, de Utrera por ahí salió para Portugal ayudado por uno de los pocos bandoleros que asolaron nuestra sierra, y allí en su termino fue prendido o entregado a las autoridades españolas de la época para se juzgado y condenado a muerte, cumpliéndose la pena capital, el juicio no contó con garantías jurídicas algunas, fue entregado por los guardiñas portugueses, el salio por Cortelazor, Vadelarco, e Hinojales, entrando por la Contienda a Barranco, bien sabéis que la Contienda fue cobijo de maleantes de ambos países y enfrentamientos con la fuerzas del orden de entonces, es muy largo el tema y debo de cortarlo y hacer uso de "la censura" pues contar todo es muy largo y puede que algunos se den por aludidos por lo del gentilicio Marochos, y no está en mi ánimo el contarlo de un pueblo que ha dado personas de mucho relieve y donde tengo grandes amigos, pero ellos si lo leen pueden decirlo y nada malo hay en ello, marocho es palabra portuguesa y a mi no me corresponde su significado, máxime cuando no se corresponde con la condición de sus habitantes.
Por lo expuesto, te hubiese hablado del gran álamo de Cortelazor, de sus fiestas patronales, y de mis amores perdidos, a las sombra de los sauces, los baños en las charcas de sus riberas, y fotos que conservo en blanco y negro, todo era demasiado bonito, todo lo sigue siendo, y todo lo pasado lo añoro, aunque ya no pueda conseguirlo,
pero mi mente aun retiene, mi recuerdos, mis retinas mis imagenes, y mi corazón vacío quedó de querer tanto a mi sierra, desde el tomillo, la jara al majestuoso castaño, ese álamo milenario de Cortelazor, que como le envidio, por su historia y lo que ha visto, historia que yo no tendré, ni mis ojos tendrán ante ellos las perspectivas, que siempre han tenido sus majestuosas ramas, que bajan poco a poco para dar o regalar, su bondosa sombra en verano.

Buen descaso, gracias por tus argumentos para mi siempre acertados y te esperaré con mis quimeras, aunque yo pronto ya marcharé a saludar a la gaviotas de las que despedí, cuando el verano anterior se despedía.
Recibes un abrazo.