ALOSNO: AQUEL BANCO DE MADERA....

AQUEL BANCO DE MADERA.

Aquel banco de madera
que aun perdido el espaldar
nos servía de descanso
por la tarde cuando empezamos
a enamorar.
Hoy se lo llevan en silencio
para en la hoguera quemar.

El Sauce desde lo alto
no ha parado de llorar:
lágrimas de fantasía
ramajes de soledad
y no tiene a quien dar sombra
ni a quien verse enamorar.

Cuando al llegar la tarde
el banco fui a buscar,
te he visto estatua
en granito aterrada contemplar,
cuatro huesos en el suelo,
son sus cuatro patas marcadas,
en ese mismo lugar
donde ayer pedí tu mano
que me aceptaste entregar.

Al Sauce le hemos mirado,
nos ha vuelto a enamorar
pero faltan esas tablas
y el óxido singular
de sus soportes de acero
fundición ornamental
enraizados en la tierra
como cepa sin podar.

Caminemos despacito,
busquemos otro lugar
donde el fruto del mañana
los hijos que han de llegar
se enamoren en silencio
con sólo hacerse mirar
por la rosa más hermosa
que en ese parque habrá.

Ya no existe el banco,
a la hoguera fue a parar
en una noche hermosa
de las noches de San Juan.

El Poeta.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
¿Cuanto duraría POETA, ese banco de madera? ¿Cuantos amores se declararían en el? Son historias que se repiten, una y otra vez, son historias diferentes pero siempre iguales, amigo POETA.

Saludos. Saludos también para nuestra amiga ALOSNERA Y OLE.

TRILLAR Y ACARREAR

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El viento marea se espera ... (ver texto completo)