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Buenos días (por saludar, porque, lo mismo que en Barcelona, en Vitoria se ha echo de noche a esta hora, y llueve lo que no está en los escritos)
EMIGRAO: Con un embajador como tú o el amigo Antonio Escudero, se abren todas las puertas y ventanas. Gracias.
Si no he entrado antes es porque he estado esperando una excusa para hacerlo, y porque también empleo algo de tiempo en leer. Ahora he empezadp con los Episodios Nacionles, de Benito Pérez Galdó. Veremos cuando los termino a este paso.
Hace tan sólo 15 años, quien nos iba a decir que las tierras del Andévalo se iban a convertir en naranjales tan hermosos. Recuerdo que a unos ¿alemanes? que querían sembrar melocotoneros en torno a la corta de Rio Tinto, de preguntaron que si estaba en sus cabales para hecerlo, que esas tierras eran improductivas. Al parecer, él contestó.:"Yo quiero el soporte. Lo que necesite la planta, ya se lo proporcionaré yo" No es mala solución para tierras normalmente baldías.
No dividas tu corazón entre azahar y mineral. Multiplica por dos tu corazón. Seguro que sales ganando.
A nuestra amiga Conchi, huélele la melena; seguro que conserva el olor a azahar tras su paso por Alosno.
Se me acaba el carrete. ¡Hasta la próxima! Agur.
EMIGRAO: Con un embajador como tú o el amigo Antonio Escudero, se abren todas las puertas y ventanas. Gracias.
Si no he entrado antes es porque he estado esperando una excusa para hacerlo, y porque también empleo algo de tiempo en leer. Ahora he empezadp con los Episodios Nacionles, de Benito Pérez Galdó. Veremos cuando los termino a este paso.
Hace tan sólo 15 años, quien nos iba a decir que las tierras del Andévalo se iban a convertir en naranjales tan hermosos. Recuerdo que a unos ¿alemanes? que querían sembrar melocotoneros en torno a la corta de Rio Tinto, de preguntaron que si estaba en sus cabales para hecerlo, que esas tierras eran improductivas. Al parecer, él contestó.:"Yo quiero el soporte. Lo que necesite la planta, ya se lo proporcionaré yo" No es mala solución para tierras normalmente baldías.
No dividas tu corazón entre azahar y mineral. Multiplica por dos tu corazón. Seguro que sales ganando.
A nuestra amiga Conchi, huélele la melena; seguro que conserva el olor a azahar tras su paso por Alosno.
Se me acaba el carrete. ¡Hasta la próxima! Agur.