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Aquí tenemos al homenajeado.
Transcribo la noticia de la prensa.
""Un enamorado de la guitarra"".
Técnico de cultura.
Desde que se casó, hará unos nueve años, reside en Villanueva de los Castillejos. Sin embargo, continúa ligado a su pueblo natal, Alosno, como desde el primer día que nació, hace ya 40 años. Quizá la actividad minera que siempre ha estado estrechamente vinculada a la comarca andevaleña le influyó a la hora de elegir, de forma errónea, la carrera de ingeniero de Minas tras terminar el bachillerato. Prueba de ello es que nada más terminar el primer curso en la Escuela Politécnica de La Rábida se dio cuenta que su futuro profesional no iba a estar ligado al subsuelo, por lo que decidió abandonar los estudios y buscar otras alternativas. Durante su estancia en la capital, además de ampliar conocimientos en áreas tan dispares como idiomas, animador socio-cultural y gestión de empresas, entre otras..., también fue nombrado 'socio honorario', como él dice, del conocido bar 'El Patio de los Faroles', donde se codeó con el elenco de artistas del momento.
Y es que Ramón, que se crió prácticamente en el Círculo Alosnero -su padre era el repostero de este casino-, es un gran maestro de la guitarra flamenca; un instrumento que aprendió a tocar los primeros compases a los diez años. Aunque le gustan otros 'palos', los que realmente le apasionan son todos aquellos relacionados con el folclore de Huelva, especialmente los fandangos. A la hora de tocarlo, reconoce que el de Alosno "requiere un aire un tanto especial, porque el guitarrista le tiene que dar a la mano derecha un movimiento algo arcaico cuando acaricia las cuerdas y no quedarse con utilizar el estilo modernista que impera en la actualidad".
Ha grabado discos como acompañante de cantantes, grupos y coros flamencos, pero no vive de la música. Desde hace unos 13 años trabaja como técnico cultural en el Ayuntamiento alosnero.
No obstante, sí le dedica mucho tiempo a perfeccionar el arte de tocar la guitarra y a enseñar todos sus misterios. En la actualidad ejerce como monitor de dos módulos de guitarra en Alosno, donde participan unos 16 alumnos, y de una Escuela de Fandangos, en la que se han apuntado ocho niños y una persona adulta, y donde su objetivo es dar a conocer la historia y todos los estilos que existen de este cante tan peculiar y tan vinculado con las raíces de esta provincia.
Ramón, que es un enamorado de todas las tradiciones de Alosno, en especial las cruces de mayo y las fiestas de San Juan Bautista, tiene previsto iniciar a partir del próximo mes de febrero otro módulo donde dar clases a futuros tamborileros, para que esta tradición no se pierda y se perpetúe en la localidad.
Alosnera y olé.
Transcribo la noticia de la prensa.
""Un enamorado de la guitarra"".
Técnico de cultura.
Desde que se casó, hará unos nueve años, reside en Villanueva de los Castillejos. Sin embargo, continúa ligado a su pueblo natal, Alosno, como desde el primer día que nació, hace ya 40 años. Quizá la actividad minera que siempre ha estado estrechamente vinculada a la comarca andevaleña le influyó a la hora de elegir, de forma errónea, la carrera de ingeniero de Minas tras terminar el bachillerato. Prueba de ello es que nada más terminar el primer curso en la Escuela Politécnica de La Rábida se dio cuenta que su futuro profesional no iba a estar ligado al subsuelo, por lo que decidió abandonar los estudios y buscar otras alternativas. Durante su estancia en la capital, además de ampliar conocimientos en áreas tan dispares como idiomas, animador socio-cultural y gestión de empresas, entre otras..., también fue nombrado 'socio honorario', como él dice, del conocido bar 'El Patio de los Faroles', donde se codeó con el elenco de artistas del momento.
Y es que Ramón, que se crió prácticamente en el Círculo Alosnero -su padre era el repostero de este casino-, es un gran maestro de la guitarra flamenca; un instrumento que aprendió a tocar los primeros compases a los diez años. Aunque le gustan otros 'palos', los que realmente le apasionan son todos aquellos relacionados con el folclore de Huelva, especialmente los fandangos. A la hora de tocarlo, reconoce que el de Alosno "requiere un aire un tanto especial, porque el guitarrista le tiene que dar a la mano derecha un movimiento algo arcaico cuando acaricia las cuerdas y no quedarse con utilizar el estilo modernista que impera en la actualidad".
Ha grabado discos como acompañante de cantantes, grupos y coros flamencos, pero no vive de la música. Desde hace unos 13 años trabaja como técnico cultural en el Ayuntamiento alosnero.
No obstante, sí le dedica mucho tiempo a perfeccionar el arte de tocar la guitarra y a enseñar todos sus misterios. En la actualidad ejerce como monitor de dos módulos de guitarra en Alosno, donde participan unos 16 alumnos, y de una Escuela de Fandangos, en la que se han apuntado ocho niños y una persona adulta, y donde su objetivo es dar a conocer la historia y todos los estilos que existen de este cante tan peculiar y tan vinculado con las raíces de esta provincia.
Ramón, que es un enamorado de todas las tradiciones de Alosno, en especial las cruces de mayo y las fiestas de San Juan Bautista, tiene previsto iniciar a partir del próximo mes de febrero otro módulo donde dar clases a futuros tamborileros, para que esta tradición no se pierda y se perpetúe en la localidad.
Alosnera y olé.