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¡Ay! Ana, llorar no es pecado,
llorar es sensibilidad sana,
eres un nardo en primavera
cuando su polen derrama,
son tus lágrimas puras,
agua cristalina, son agua clara,
lágrimas tiene la Piedad,
esa Sra. serrana,
yo la recuerdo cada día,
en mi natal Cortegana,
mi torre del homenaje
que a mi castillo engalana,
allí desafía los vientos,
nubes y tempestades,
tormentas y días de jarana,
allí llora la Piedad,
Patrona de Cortegana,
el castillo majestuso
rinde culto a la ciudad,
yo también lloro,
cuando empiezo a recordar,
tanta personas pasaron
por mi vida y no volverán,
ni emigrantes con sus penas,
su nostalgia y su afán en regresar,
de esa tierra que marcharon,
¡y no dejaron de amar!
El Poeta.
Para tí también José.
llorar es sensibilidad sana,
eres un nardo en primavera
cuando su polen derrama,
son tus lágrimas puras,
agua cristalina, son agua clara,
lágrimas tiene la Piedad,
esa Sra. serrana,
yo la recuerdo cada día,
en mi natal Cortegana,
mi torre del homenaje
que a mi castillo engalana,
allí desafía los vientos,
nubes y tempestades,
tormentas y días de jarana,
allí llora la Piedad,
Patrona de Cortegana,
el castillo majestuso
rinde culto a la ciudad,
yo también lloro,
cuando empiezo a recordar,
tanta personas pasaron
por mi vida y no volverán,
ni emigrantes con sus penas,
su nostalgia y su afán en regresar,
de esa tierra que marcharon,
¡y no dejaron de amar!
El Poeta.
Para tí también José.