POETA, tú que eres hombre de mundo, te has dado cuenta que se está acabando el decir. Buenos días, buenas tardes. Parece que ya solo lo usamos aquellos que estamos chapados a la antigua. Me he parado a pensar la cantidad de veces que he dado los buenos días en la cola de algún banco, o del autobús, y nadie contesta. Parece que se preguntan “yo no lo conozco, a mí no puede ser” como si para dar los buenos días tuviéramos que conocernos de toda la vida.
Os dejo estas letrillas.
ANTIGUA COSTUMBRE
Tenía la antigua costumbre
De saludar por la calle
Buenos días, buenas noche
Buenos días, buenas tardes
Tomo el mundo contestaba
Al saludo del paisano
Pero se vino del pueblo
Y el saludo les negaron
El llegaba al autobús
Y daba sus buenas tardes
Se miraban unos a otros
Y no contestaba nadie
En la cola de los bancos
Para el cobro de su paga
El daba sus buenos días
Y respuesta no escuchaba
Paseaba por los parques
Y a las palomas echaba
Unas migajas de pan
Que de casa se llevaba
El se sentaba en los bancos
Para ver como pasaban
Los carritos, con los niños
Que sus Madres paseaban
Un buen día se le acerco
Otro que de pueblo hablaba
Y le contó el abuelote
Todo lo que le pasaba
Yo les doy las buenas tardes
(Le contaba allí en la plaza)
A todo aquel que me cruzo
Cuando voy para mi casa
Y le doy los buenos días
Siempre que sea de mañana
En mi pueblo, me contestan
Aquí no contestan, callan
No te preocupes amigo
Porque las costumbres cambian
Aquí no dicen adiós
Ni buenas tardes ni nada
A mí me gustaba más
Esa costumbre de pueblos
Adiós, vaya usted con Dios
Muy buenos días, hasta luego
A mi también me gustaba
Mi buen amigo y, lo siento
Pero aquí, no espere usted
Que le contesten a eso
En los pueblos siempre había
Alguien para conversar
Aquí, las colas, si acaso
Sirven para protestar
De donde es usted, mi amigo
Su dejo no suena nuevo
Así que, si no paisanos
Muy lejos no creo que andemos
Soy del pueblo las cebollas
Yo soy del de los grumelos
¡Haremos buenos cocidos!
Allá en el mes de febrero
A. E. I.
Os dejo estas letrillas.
ANTIGUA COSTUMBRE
Tenía la antigua costumbre
De saludar por la calle
Buenos días, buenas noche
Buenos días, buenas tardes
Tomo el mundo contestaba
Al saludo del paisano
Pero se vino del pueblo
Y el saludo les negaron
El llegaba al autobús
Y daba sus buenas tardes
Se miraban unos a otros
Y no contestaba nadie
En la cola de los bancos
Para el cobro de su paga
El daba sus buenos días
Y respuesta no escuchaba
Paseaba por los parques
Y a las palomas echaba
Unas migajas de pan
Que de casa se llevaba
El se sentaba en los bancos
Para ver como pasaban
Los carritos, con los niños
Que sus Madres paseaban
Un buen día se le acerco
Otro que de pueblo hablaba
Y le contó el abuelote
Todo lo que le pasaba
Yo les doy las buenas tardes
(Le contaba allí en la plaza)
A todo aquel que me cruzo
Cuando voy para mi casa
Y le doy los buenos días
Siempre que sea de mañana
En mi pueblo, me contestan
Aquí no contestan, callan
No te preocupes amigo
Porque las costumbres cambian
Aquí no dicen adiós
Ni buenas tardes ni nada
A mí me gustaba más
Esa costumbre de pueblos
Adiós, vaya usted con Dios
Muy buenos días, hasta luego
A mi también me gustaba
Mi buen amigo y, lo siento
Pero aquí, no espere usted
Que le contesten a eso
En los pueblos siempre había
Alguien para conversar
Aquí, las colas, si acaso
Sirven para protestar
De donde es usted, mi amigo
Su dejo no suena nuevo
Así que, si no paisanos
Muy lejos no creo que andemos
Soy del pueblo las cebollas
Yo soy del de los grumelos
¡Haremos buenos cocidos!
Allá en el mes de febrero
A. E. I.