Si hace tiempo, mucho tiempo, quizás demasiado. Muchos de mis cuadros nacieron ahí. Por un lado teníamos todos los árboles del Valle, del parque, los trenes, Bellavista, más preciosa que nunca dónde aprendí a jugar al tenis y un poquito de inglés. Más a la izquierda la Iglesia, las escuelas y el camino de Naya dónde era obligatorio pararse en verano a darse un remojón para salir a toda pastilla corriendo para que el aire refrescara un poco el ambiente. Por otro lado El Cerro Colorado, agreste girando desde los servicios públicos allí abajo La Mina Pueblo y todo el entramado de vías, la trituradora, los laboratorios, la Estación del Medio, las balsas y más lejos casi disolviéndose entre las ramas de los eucaliptos Nerva.
Acabo de llegar de Paris y sin embargo Madrid me parece igual de lejana de mi tierra. Pinté muchos cuadros el paisaje de ahí es alucinante, el Rojo Inglés, de Mexico y de Venecia, junto con los ocres, grises de todos los tonos... Se diría que el Arco-Iris está en el suelo, y todos los cuadros volaron, algunos a lugares tan remotos como Japón pero yo recuerdo cada dibujo, cada pincelada, cuidad esa tierra es maravillosamente diferente.
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Acabo de llegar de Paris y sin embargo Madrid me parece igual de lejana de mi tierra. Pinté muchos cuadros el paisaje de ahí es alucinante, el Rojo Inglés, de Mexico y de Venecia, junto con los ocres, grises de todos los tonos... Se diría que el Arco-Iris está en el suelo, y todos los cuadros volaron, algunos a lugares tan remotos como Japón pero yo recuerdo cada dibujo, cada pincelada, cuidad esa tierra es maravillosamente diferente.
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