Desde la almena de la fortaleza almorávide, impresionante fachada en la calle Zizoa. La vista, desde este espectacular enclave, se recrea con las formas y paisaje que ofrece Aroche y su término. El valle del chanza, los picos que dan nombre al parque natural, la meditación y la asombrosa delicia de hacer que el reloj se pare por unos momentos... La serpenteante rivera y la coqueta ermita, ciudad romana aguerrida a los siglos, un conjunto de sensaciones indescriptibles para el verbo que se queda admirado en lo profundo del corazón.
El cabecito perico.
El cabecito perico.