Este
pueblo formó parte de
Extremadura hasta 1834. Su solar fue conquistado a los moros en 1247, año de la toma de Montemolín, en cuyo alfoz estaba incluido. Posteriormente, en 1274 pasó a integrar la encomienda de
Segura de León, junto con
Fuentes de León,
Cabeza la Vaca y
Cañaveral de León. Se desconoce hasta hoy si hubo algún tipo de solar edificado en época andalusí, pero cercano estuvo la fortaleza del Cuerno, el enclave de Benageh, alcaria musulmana hasta época de la conquista, y donada a Orden de Santiago por el Rey Fernando III el
Santo, en 1248 junto con Montemolín, cuyo alfoz canjeó por Cantillana. En 1312 quedó dentro del partido judicial de Segura de León junto con otros cuatro
pueblos más (Segura, Fuentes de León y Cabeza la Vaca, y Cañaveral desde el s. XV). Una última figura administrativa aparece a mediados del siglo XIV, la Encomienda Mayor de León, fijada definitivamente en Segura, a cuyos integrantes se suma
Valencia de las
Torres.
El padre Tovar, en 1779, aduce la existencia de población ligada a las aceñas existentes en la abundante ribera, pero esto hay que dejarlo en duda debido a la falta de rigor de su labor histórica. A comienzos del siglo XV, el concejo estaba muy controlado por el de Segura de León, que imponía restricciones a la autonomía de jurisdicción; por ejemplo, no le permitía a los alcaldes ordinarios locales juzgar delitos que superasen determinada cantidad de dinero, como denuncian en 1495 ante los Visitadores de la Orden de Santiago. De todas formas el siglo XV fue el de gran crecimiento poblacional de Arroyomolinos. Los pechos y las derramas que tenía que hacer la encomienda se repartían del siguiente modo, de tres partes, una de ellas la pagaban Arroyomolinos y Cabeza la Vaca por mitad. La estrechez de término hizo que los vecinos roturasen y pastasen con su
ganado la contigua dehesa del
Castaño, propia de la Encomienda Mayor cazadero señorial hasta la primera mitad del siglo XIV, invasiones legalizadas hacia los años veinte del siglo XV con la estipulación del pago de un canon monetario por el concejo al comendador Mayor. En 1495 había en su término dieciséis
molinos harineros, y los vecinos se mostraban quejosos con los alcaldes de Segura que ponían penas injustas, al parecer de los arroyencos. En lo administrativo, judicial y eclesiástico estuvo englobado en la Provincia de León que la Orden de Santiago tenía en Extremadura. Eclesiásticamente, pertenecía al Priorato de
San Marcos de León, de la Orden Santiaguesa, y más concretamente al Provisorato de Llerena. Perteneciente en lo judicial a la Gobernación de Segura de León, consiguió eximirse de ella en 1588, y salir así del Partido administrativo; pero siguió integrando la Enomienda Mayor hasta su desaparición en 1833 y la inclusión de Arroyo en la provincia de
Huelva. Las juntas de los cinco concejos para temas tocantes a la Encomienda se hacían en la
ermita de San Antonio, equidistante más o menos a las cinco villas hermanas.
Las comunidades rurales de aprovechamiento de pastos comunes fueron
fuente frecuente de enfrentamientos y rencillas entre poblaciones vecinas. Este es el caso de Arroyomolinos y
Cala, que teniendo pastos comunes, los arroyencos impedían la entrada en ellos a los de Cala, tensiones que tuvieron sus momentos críticos, como cuando los de Arroyo retuvieron una
carreta cargada de tinajas con destino a Cala, prepotencia que aún manifestaron amenazando a los portadores del requerimiento judicial cuando se personaron en la población. Y es que este pueblo lo tiene claro a la hora de defender sus intereses: cuando en 1702, el cirujano Francisco de Silva trató de trasladarse a la villa de Cala, los vecinos se opusieron, considerando el desamparo en que los dejaba, le impidieron sacar sus enseres de su domicilio. La cuestión se resolvió con una oferta muy ventajosa para el cirujano a cambio de que no se trasladase.
A principios del siglo XX se registra un crecimiento demográfico considerable, debido a la explotación minera de Cala, con importantes yacimientos de hierro. Durante el período de la II República, las izquierdas se mostraron muy activas. El descontrol de los grupos más exaltados al comenzar la guerra civil en julio de 1936 provocó se se asaltasen
edificios religiosos con la destrucción de documentos, archivos, obras de
arte como la imagen de la patrona del pueblo, la
Virgen de los Remedios, destruida y quemada.
El libro 'Expedientes carcelarios de
Arroyomolinos de León y Cabezas Rubias (Huelva). Prisión Provincial, 1936-1939' (Facediciones, 2008), de Juan José Antequera Luengo y Juan José Luengo Jiménez, da cuenta de cuantos vecinos sufrieron prisión durante la guerra civil española.
*La
información histórica está sacada de los Archivos Histórico Nacional y Provinciales de
Badajoz y
Cáceres.