Las naves laterales presentan en su cabecera sendas
capillas absidiales, de planta cuadrada cubiertas con
bóveda ochavada sobre trompas. La
capilla del lado del Evangelio, que da paso a la sacristía, alberga en su muro frontal el
retablo de la Inmaculada Concepción, de estilo neoclásico y realizado en el siglo XIX en madera y
piedra. Consta de banco, un cuerpo de una
calle dispuesta con
hornacina central que alberga la imagen titular, flanqueada con dobles
columnas de
capiteles corintios y entablamento superior partido coronado con jarrones, y ático compuesto de un óleo sobre lienzo con la representación de la Santísima Trinidad, entre pilastras cajeadas y remates de roleos, coronado con un
frontón curvo partido en cuyo centro alberga el anagrama de la
Virgen. Remata el conjunto una amplia guirnalda de
flores. El retablo está decorado con perfiles dorados y guirnaldas de flores, así como estilizadas palmas dispuestas en los laterales. La imagen de la Inmaculada ocupa la hornacina central. Se trata de una
escultura de bulto redondo, realizada en la primera mitad del siglo XVI. Se alza sobre una nube con dos querubines y la media luna a sus pies. Viste saya dorada y
manto azul completándose con aureola de doce estrellas y ráfaga.