ICONOGRAFÍA DE LA
SEMANA SANTA DE
AYAMONTE. Quinta parte: La Resurrección. 1. Jesús Resucitado. Y la Semana Santa ayamontina vio consumado el ciclo, se hizo realidad la trilogía Pasión, Muerte y Resurrección. El adiós penoso de madrugada en la Plazoleta se vuelve ahora en adiós gozoso en las Angustias. Ayamonte no despide a Jesús muerto, lo despide ya resucitado. Muy nueva es la incorporación de la hermandad de Jesús Resucitado a nuestra Semana Santa. La primera
procesión data de 1993 con el Señor solo, y ya en 1997 acompañado por la bellísima talla de la
Virgen de la Victoria. A pesar de haberlo anunciado, ni los más allegados a Jesús creían verdaderamente en la resurrección. Las mujeres, las más fieles, iban al sepulcro a ungirlo, y es lo cierto que sólo se unge a los muertos: Pero él les decía: dejad ya vuestro espanto. Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Marcos, 16, 6-7”. El Domingo de Resurrección vuelve a vestir de blanco las
calles de Ayamonte. Es una mañana de nuevo gozo en la que participamos todos, adultos y niños. Primero fue entronizado de manera esfímera. Ahora se entroniza Él solo para proclamar por todos los siglos el reino de justicia, amor y paz. Una vez más el empeño, el coraje de un grupo de jóvenes ayamontinos, hizo posible este broche de oro para nuestra Semana Santa, que gracias a esta Hermandad recorre, de trono a trono, la trilogía pasional.