El día primero de noviembre de 1755, estando los fieles en la misa de "todos los
santos" entre las nueve y las diez de la mañana, se experimentó en
Ayamonte un terremoto (terremoto de Lisboa) que durante 14 o 15 minutos dañó casi todos los
edificios de la ciudad, arruinando y desmantelando muchos de ellos. En el
castillo, que ya estaba en mal estado, murió sepultado bajo los escombros que se desmoronaron, un soldado de la guarnición quEs
plaza de armas. Tiene un gobernador
militar subdelegado de todas Rentas Reales, sargento mayor y ayudante, y admite los destacamentos que le envían. Tiene un grande y antiquísimo castillo (hoy arruinado) sobre una
montaña casi inaccesible, situada al norte de la ciudad, que la cubre y mira a las orillas del Guadiana, desde este viento hasta el sur o mediodía, y miraa dicho reino de
Portugal. Sus fragmentos antiguos y más modernos acreditan su fortificación, con
caminos cubiertos y demás, para todo género de armas, que aún subsisten en él, como bombas viejas, granadas, balas y pólvora. e lo guardaba. En el año 1787 el párroco de Ayamonte, a propósito del informe solicitado por el geógrafo real Tomás López para su proyecto del "Diccionario geográfico", escribe a propósito de la localidad y de su castillo.