En el libro: El Reencuentro: Hacia la construccion de la Comunidad Iberica de Pueblos (CIP) incluyo la colonizacion de America. He aqui mi exposicion. Desde el año 1502, se emprenden nuevas empresas con una presencia masiva de españoles (colonos, religiosos, legisladores, maestros etc.,) todos unidos a la “Magna Obra” con un solo objetivo: la civilización y la colonización del Nuevo Mundo.
España entera se volcó en la otra orilla, que se fundió en cristiano mestizaje, con las razas aborígenes y que la tierra americana fue fecundada con los ríos de esfuerzo, inteligencia y sangre española y que la cosecha, es su ser hispanoamericano, que es parte de nuestro propio ser.
Para entender esta realidad histórica hay que tener claramente impresas en el alma unas cuantas cuestiones que parecen ser claves.
La primera se refiere al hecho de la conquista que es necesario recordar que más de medio continente americano, desde la Florida y California hasta la Tierra de Fuego, fue explorado y conquistado por una docena de capitanes españoles seguidos tan sólo por minúsculos grupos de hombres, que no solo dominaron con la política y con la espada, a grandes tribus guerreras y vastos imperios militares enormemente superiores en número, sino que vencieron a la tremenda naturaleza americana, con sus ríos inmensos, selvas tropicales, ingentes cadenas de montañas y distancias fabulosas que tuvieron que recorrer palmo a palmo, a pie y a caballo, con corazas, armaduras, lanzas, arcabuces y vituallas. Ésa sola gesta es de
tal grandeza, que parece ser cumplida por superhombres de novelas de ficción. Cuando alguna vez, veas a América y cruces en avión por encima de aquellas inmensidades, de medida tan poco parecida a la de nuestra pequeña Europa, te darás cuenta del valor de aquella hazaña y la sola memoria de los nombres famosos-los Cortes, Pizarro, Balboas, Mendozas, Orellanas, Almagros, Valdivias, Alvarados, Cabezas de Vaca, Ponce de León etc., estremecerá de orgullo tu corazón.
España no fue a América a colonizar en el sentido literal de la palabra, sino con un sentido espiritual, principalmente, a cristianizar y a civilizar. La colonización responde un mero principio de expansión económica y política, que puso en marcha el imperialismo europeo a partir del siglo XVII cuando ya España llevaba siglo y medio civilizando a América.
La colonización es un enclave económico, una cabeza de puente para la explotación de una tierra extraña, con la que ni el país, ni el hombre colonizador se mezclan ni se confunden. El colono establece su campamento con talante provisional, se fortifican en él, se rodea de la comodidad que puede aguantar su provisional estancia, hace de él en suma una pequeña patria, que no se comunica sino económicamente con lo que le rodea.
El objetivo principal del español fue a cristianizar, obediente al más alto principio espiritual que era el de la conversión de los indios a la i. e. Así que la instrucción que lleva Colón en su segundo viaje y que se repite luego hasta la saciedad, es toda la ejemplar Legislación de las Indias: “Para que los indios amen nuestra religión, se les trate muy bien y amorosamente, se les darán graciosamente algunas cosas de mercaderías de rescate nuestras y el Almirante castigue mucho a quien les trate mal.”
El español lleva consigo, más fuerte que cualquier propósito político, la idea católica de la igualdad esencial de todo género humano; ella fue la que hizo jurídicamente iguales a los conquistadores y a todos los pobladores originarios; a todos igualmente súbditos de rey de España, sin distinguir, entre nativos y colonizadores; y la que impulsó al hombre español a fundirse vital y legítimamente con razas aborígenes, dando lugar al mestizaje del que nacieron las actuales naciones hispanoamericanas.
La cristianización pidió mucho sacrificio, esfuerzo, fatiga, constancia y muerte a los españoles, no concentrados en seguras colonias sino generosa y afortunadamente diseminados
Por la vastedad territorial americanas las riquezas de algún mítico “El dorado” no eran nada junto al pobre estado de aquella improductiva economía primitiva, con la que se encontraron en las tribus y razas que iban dominando, de las que la más evolucionadas, aztecas e incas, estaban aún en la Edad del Cobre y del Bronce, no conocían la rueda ni la escritura, hacían sacrificios humanos a sus dioses y apenas tenían cultivos, ni tampoco animales domésticos.
España desde el día siguiente de la conquista, emprendió la gran operación de trasplantar América el nivel mínimo de la propia civilización europea. Llevo trigo, garbanzo, arroz, vid, animales domésticos y de tiro, vacas, ovejas e hizo caminos, puentes, acueductos y se despobló a sí misma, trasladando un invaluable caudal de recursos humanos de todos los oficios y técnicas de la época, que sentaron las bases de una nueva, América. Como colofón de la obra de España en América, el año 1503 está alzada la primera catedral con la misma grandeza que cualquier ciudad de la península y en el año 1524 la primera escuela para enseñar a los indios y antes del 1600, estaban fundadas y en marcha la mayor parte de ciudades capitales de Hispanoamérica, y que la primera Universidad, y la imprenta llegaron a América española con más de un siglo del anticipación que a la América anglosajona.
En el proceso de la colonización española de América es necesario destacar tres etapas, totalmente diferenciadas:
1ª) la colonización de las Antillas (1502-1519).
2ª) la colonización Continental (1519-1549).
3ª) las colonizaciones interiores o tardías desde el 1550 en adelante.
En el primer período, la empresa es la expansión territorial y de exploración y las relaciones entre españoles e indios no fueron muy cordiales, empezando los nativos con la muerte de los españoles del fuerte de Navidad, establecido en La Española que obligo a Colon a castigar a los indígenas responsables de tales hechos.
El gobernador de La Española, Nicolás Ovando, se ve obligado a condenar a muerte a la jefa indígena, Anacaona y envía a su lugarteniente, Juan Esquivel al este de la isla, a someter a los indígenas levantiscos de Higüey y de Saona.
Desde allí partiría en 1508, Juan Ponce de León a la colonización de Puerto Rico y Juan Esquivel a Jamaica, cuya
pacificación definitiva la conseguía Juan de Garay en 1514. Otros españoles, Alonso de Ojeda y Diego de Nicuesa en 1509 emprenderán de la colonización de Urabá y Veragua en el golfo de Darien, con la participación de Vasco Núñez de Balboa quien tiene fundaría la primera ciudad en el continente americano, Santa María La Antigua del Darien de donde partiría para la fundación de Panamá (1519).
Sería el Gobernador, Diego de Velázquez quien colonizo Cuba en el período 1511 a 1514, no sin un gran esfuerzo bélico pues los indígenas defienden a sangre y fuego su independencia. Posteriormente desde Cuba, ya apaciguada, se emprendería la exploración y la colonización de México.
La segunda etapa fue la más compleja y extensa que se inicia en 1119 y termina en 1542. Durante su desarrollo es explorado y colonizado México, en el período comprendido en el 1519 a 1521 y convertido en la base para futuras expediciones hacia el Norte con el establecimiento de Nueva Galicia por Nuño Guzmán entre 1529 y 1536 y hacia el Sur a Guatemala por Pedro de Alvarado en 1524. Se completa esta etapa con nuevas expediciones de colonización como Perú por Pizarro entre 1531 y 1533 y se convertirá de base para otras empresas como Quito por Sebastián de Benalcazar en 1534; hacia el Sur, Chile por Pedro de Valdivia en 1534.
Otros territorios son incorporados a España, siendo dignas de mención la colonización de Colombia por Jiménez de Quesada en 1538; el Río de la Plata por Pedro Mendoza en 1534 y concluyendo con la Florida por Hernando de Soto en 1539; Nuevo México por Francisco Vázquez Coronado en el periodo 1540 al 1542 y la exploración del Amazonas intentada por Gonzalo Pizarro y ejecutada definitivamente por Francisco de Orellana en 1542.
La última etapa que es de expansión de los territorios colonizados y es en la segunda mitad del siglo XVI, cuando se coloniza definitivamente Nueva Vizcaya, Nuevo México, la Florida y Costa Rica y se funda a Buenos Aires en 1580.
En el siglo XVII, se continúa la expansión territorial incorporando el norte de México y las cuencas del Orinoco y Amazonas. Sería el siglo XVIII, el final del ciclo expansivo, incorporando a la Corona española, los territorios de California a Nayarit, Texas, Tamaulipas, incrementado enormemente el territorio de Virreinato de Nueva España.
Fdo: Julio Reyes Rubio "Al-Mayriti"
España entera se volcó en la otra orilla, que se fundió en cristiano mestizaje, con las razas aborígenes y que la tierra americana fue fecundada con los ríos de esfuerzo, inteligencia y sangre española y que la cosecha, es su ser hispanoamericano, que es parte de nuestro propio ser.
Para entender esta realidad histórica hay que tener claramente impresas en el alma unas cuantas cuestiones que parecen ser claves.
La primera se refiere al hecho de la conquista que es necesario recordar que más de medio continente americano, desde la Florida y California hasta la Tierra de Fuego, fue explorado y conquistado por una docena de capitanes españoles seguidos tan sólo por minúsculos grupos de hombres, que no solo dominaron con la política y con la espada, a grandes tribus guerreras y vastos imperios militares enormemente superiores en número, sino que vencieron a la tremenda naturaleza americana, con sus ríos inmensos, selvas tropicales, ingentes cadenas de montañas y distancias fabulosas que tuvieron que recorrer palmo a palmo, a pie y a caballo, con corazas, armaduras, lanzas, arcabuces y vituallas. Ésa sola gesta es de
tal grandeza, que parece ser cumplida por superhombres de novelas de ficción. Cuando alguna vez, veas a América y cruces en avión por encima de aquellas inmensidades, de medida tan poco parecida a la de nuestra pequeña Europa, te darás cuenta del valor de aquella hazaña y la sola memoria de los nombres famosos-los Cortes, Pizarro, Balboas, Mendozas, Orellanas, Almagros, Valdivias, Alvarados, Cabezas de Vaca, Ponce de León etc., estremecerá de orgullo tu corazón.
España no fue a América a colonizar en el sentido literal de la palabra, sino con un sentido espiritual, principalmente, a cristianizar y a civilizar. La colonización responde un mero principio de expansión económica y política, que puso en marcha el imperialismo europeo a partir del siglo XVII cuando ya España llevaba siglo y medio civilizando a América.
La colonización es un enclave económico, una cabeza de puente para la explotación de una tierra extraña, con la que ni el país, ni el hombre colonizador se mezclan ni se confunden. El colono establece su campamento con talante provisional, se fortifican en él, se rodea de la comodidad que puede aguantar su provisional estancia, hace de él en suma una pequeña patria, que no se comunica sino económicamente con lo que le rodea.
El objetivo principal del español fue a cristianizar, obediente al más alto principio espiritual que era el de la conversión de los indios a la i. e. Así que la instrucción que lleva Colón en su segundo viaje y que se repite luego hasta la saciedad, es toda la ejemplar Legislación de las Indias: “Para que los indios amen nuestra religión, se les trate muy bien y amorosamente, se les darán graciosamente algunas cosas de mercaderías de rescate nuestras y el Almirante castigue mucho a quien les trate mal.”
El español lleva consigo, más fuerte que cualquier propósito político, la idea católica de la igualdad esencial de todo género humano; ella fue la que hizo jurídicamente iguales a los conquistadores y a todos los pobladores originarios; a todos igualmente súbditos de rey de España, sin distinguir, entre nativos y colonizadores; y la que impulsó al hombre español a fundirse vital y legítimamente con razas aborígenes, dando lugar al mestizaje del que nacieron las actuales naciones hispanoamericanas.
La cristianización pidió mucho sacrificio, esfuerzo, fatiga, constancia y muerte a los españoles, no concentrados en seguras colonias sino generosa y afortunadamente diseminados
Por la vastedad territorial americanas las riquezas de algún mítico “El dorado” no eran nada junto al pobre estado de aquella improductiva economía primitiva, con la que se encontraron en las tribus y razas que iban dominando, de las que la más evolucionadas, aztecas e incas, estaban aún en la Edad del Cobre y del Bronce, no conocían la rueda ni la escritura, hacían sacrificios humanos a sus dioses y apenas tenían cultivos, ni tampoco animales domésticos.
España desde el día siguiente de la conquista, emprendió la gran operación de trasplantar América el nivel mínimo de la propia civilización europea. Llevo trigo, garbanzo, arroz, vid, animales domésticos y de tiro, vacas, ovejas e hizo caminos, puentes, acueductos y se despobló a sí misma, trasladando un invaluable caudal de recursos humanos de todos los oficios y técnicas de la época, que sentaron las bases de una nueva, América. Como colofón de la obra de España en América, el año 1503 está alzada la primera catedral con la misma grandeza que cualquier ciudad de la península y en el año 1524 la primera escuela para enseñar a los indios y antes del 1600, estaban fundadas y en marcha la mayor parte de ciudades capitales de Hispanoamérica, y que la primera Universidad, y la imprenta llegaron a América española con más de un siglo del anticipación que a la América anglosajona.
En el proceso de la colonización española de América es necesario destacar tres etapas, totalmente diferenciadas:
1ª) la colonización de las Antillas (1502-1519).
2ª) la colonización Continental (1519-1549).
3ª) las colonizaciones interiores o tardías desde el 1550 en adelante.
En el primer período, la empresa es la expansión territorial y de exploración y las relaciones entre españoles e indios no fueron muy cordiales, empezando los nativos con la muerte de los españoles del fuerte de Navidad, establecido en La Española que obligo a Colon a castigar a los indígenas responsables de tales hechos.
El gobernador de La Española, Nicolás Ovando, se ve obligado a condenar a muerte a la jefa indígena, Anacaona y envía a su lugarteniente, Juan Esquivel al este de la isla, a someter a los indígenas levantiscos de Higüey y de Saona.
Desde allí partiría en 1508, Juan Ponce de León a la colonización de Puerto Rico y Juan Esquivel a Jamaica, cuya
pacificación definitiva la conseguía Juan de Garay en 1514. Otros españoles, Alonso de Ojeda y Diego de Nicuesa en 1509 emprenderán de la colonización de Urabá y Veragua en el golfo de Darien, con la participación de Vasco Núñez de Balboa quien tiene fundaría la primera ciudad en el continente americano, Santa María La Antigua del Darien de donde partiría para la fundación de Panamá (1519).
Sería el Gobernador, Diego de Velázquez quien colonizo Cuba en el período 1511 a 1514, no sin un gran esfuerzo bélico pues los indígenas defienden a sangre y fuego su independencia. Posteriormente desde Cuba, ya apaciguada, se emprendería la exploración y la colonización de México.
La segunda etapa fue la más compleja y extensa que se inicia en 1119 y termina en 1542. Durante su desarrollo es explorado y colonizado México, en el período comprendido en el 1519 a 1521 y convertido en la base para futuras expediciones hacia el Norte con el establecimiento de Nueva Galicia por Nuño Guzmán entre 1529 y 1536 y hacia el Sur a Guatemala por Pedro de Alvarado en 1524. Se completa esta etapa con nuevas expediciones de colonización como Perú por Pizarro entre 1531 y 1533 y se convertirá de base para otras empresas como Quito por Sebastián de Benalcazar en 1534; hacia el Sur, Chile por Pedro de Valdivia en 1534.
Otros territorios son incorporados a España, siendo dignas de mención la colonización de Colombia por Jiménez de Quesada en 1538; el Río de la Plata por Pedro Mendoza en 1534 y concluyendo con la Florida por Hernando de Soto en 1539; Nuevo México por Francisco Vázquez Coronado en el periodo 1540 al 1542 y la exploración del Amazonas intentada por Gonzalo Pizarro y ejecutada definitivamente por Francisco de Orellana en 1542.
La última etapa que es de expansión de los territorios colonizados y es en la segunda mitad del siglo XVI, cuando se coloniza definitivamente Nueva Vizcaya, Nuevo México, la Florida y Costa Rica y se funda a Buenos Aires en 1580.
En el siglo XVII, se continúa la expansión territorial incorporando el norte de México y las cuencas del Orinoco y Amazonas. Sería el siglo XVIII, el final del ciclo expansivo, incorporando a la Corona española, los territorios de California a Nayarit, Texas, Tamaulipas, incrementado enormemente el territorio de Virreinato de Nueva España.
Fdo: Julio Reyes Rubio "Al-Mayriti"