BOLLULLOS DEL CONDADO: v. con ayunt. en la prov. de Huelva (7 leg.). part. jud. y adm. de rent. estancadas de Palma (1), aud. terr., c. g. y dióc. de Sevilla (9): SIT. sobre una colina a las inmediaciones de un arroyo: disfruta de buena ventilación y CLIMA sano, siendo las enfermedades crónicas más comunes, epilepsias y herpes, y en otoño algunas calenturas biliosas. Tiene 911 CASAS sin contar las bodegas, fábricas, molinos y gañanías, que ascienden a 80; pocas de ellas tienen 2 pisos; en la mayor parte hay corral y cuadra para el ganado de labor. Las calles son generalmente angostas y de piso incómodo, porque el empedrado se compone de fragmentos de piedra o despojos de edificios que se destruyen con facilidad. No hay más que una plaza, en la cual se encuentran la casa consistorial y la igl. parr.: los comestibles se venden en lo que llaman placeta, que es el espacio mayor que deja la confluencia a un mismo punto de 4 calles, donde con mucha estrechez se reúnen por la mañana las gentes que van a comprar comestibles, y los jornaleros para concertar sus trabajos.
HISTORIA. La memoria más ant. de esta v. se encuentra en el repartimiento que al tiempo de la conquista se hizo da las alq. dependientes de Régulo de Tejada, en el dia desp. 3 leg. NO. Llamabase entonces Bolules. Parece que después pasó por merced de los ant. reyes de Castilla a distintos señores, y que entre ellos fué agraciada Doña Urraca Osorio, la quemada por el rey D. Pedro en la alameda de Sevilla: por ultimo radicó este sen. en la casa de Niebla, bajo el título de Señor de Bollullos. El archivo de la v. alcanza solo al año 1523. y es tradición que los libros y documentos más ant. se perdieron cuando los vec. á principios del siglo XVI, por efecto de la peste, tuvieron que abandonar la pobl. y dispersarse por el campo: entonces apenas contaba 300 vec.; desde el año 1760 principió a fomentarse la pobl. y su riqueza. En su térm. se encuentran 4 villares o ruinas de ant. centurias romanas o de alq. árabes; y tal vez alguna de estas pudiera ser metrópoli de las demás. Al N. de la pobl. donde llaman la Reyerta-vieja, está la primera con vestigios de los romanos y de árabes, tales como ladrillos de construcción y de techumbre, y algunas medallas de aquellos, monedas de los almorávides y de los almohades, y un fragmento de inscripción cúfica en barró cocido. La segunda ocupa una colina llamada de Santiago 1/4 leg. al SO., donde ademas de las expresadas antigüedades, se encontraron hace pocos años al plantar una viña, porción de tinajas y otros útiles de uso doméstico, que inducen a creer fué abandonada aquella población en alguna de las invasiones de los bárbaros. La tercera ocupa el mismo sitio que en el día la v.; fué de romanos y de árabes, pues de unos y otros se encuentran fragmentos. El de más consideración es el cuarto cerca de 1/2 leg. inmediato al conv. de Morañana, y sitio que llaman los Villares de Marchenilla; abraza 50 fan. de tierra y ademas de los muchos restos de pobl. árabe, esparcidos por todas partes, aparece en el molino una inscripción en un trozo de columna y demuestra ser dedicatoria a alguno de los Antoninos, tal vez Caracala. Por estos rastros y otros muchos que se hallan en los pueblos inmediatos, se ve que todo este pais estuvo poblado en aquellas épocas, que las pobl. eran frecuentísimas, y que esta misma subdivisión hacia que fueran todas de poca pobl., comparadas con las modernas v. Con el tiempo vino a ingresar en el sen. de los marqueses de Villafranca, quienes cobraban las alcabalas y tercias de sus diezmos.
* Diccionario Geográfico - Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid, 1848.
HISTORIA. La memoria más ant. de esta v. se encuentra en el repartimiento que al tiempo de la conquista se hizo da las alq. dependientes de Régulo de Tejada, en el dia desp. 3 leg. NO. Llamabase entonces Bolules. Parece que después pasó por merced de los ant. reyes de Castilla a distintos señores, y que entre ellos fué agraciada Doña Urraca Osorio, la quemada por el rey D. Pedro en la alameda de Sevilla: por ultimo radicó este sen. en la casa de Niebla, bajo el título de Señor de Bollullos. El archivo de la v. alcanza solo al año 1523. y es tradición que los libros y documentos más ant. se perdieron cuando los vec. á principios del siglo XVI, por efecto de la peste, tuvieron que abandonar la pobl. y dispersarse por el campo: entonces apenas contaba 300 vec.; desde el año 1760 principió a fomentarse la pobl. y su riqueza. En su térm. se encuentran 4 villares o ruinas de ant. centurias romanas o de alq. árabes; y tal vez alguna de estas pudiera ser metrópoli de las demás. Al N. de la pobl. donde llaman la Reyerta-vieja, está la primera con vestigios de los romanos y de árabes, tales como ladrillos de construcción y de techumbre, y algunas medallas de aquellos, monedas de los almorávides y de los almohades, y un fragmento de inscripción cúfica en barró cocido. La segunda ocupa una colina llamada de Santiago 1/4 leg. al SO., donde ademas de las expresadas antigüedades, se encontraron hace pocos años al plantar una viña, porción de tinajas y otros útiles de uso doméstico, que inducen a creer fué abandonada aquella población en alguna de las invasiones de los bárbaros. La tercera ocupa el mismo sitio que en el día la v.; fué de romanos y de árabes, pues de unos y otros se encuentran fragmentos. El de más consideración es el cuarto cerca de 1/2 leg. inmediato al conv. de Morañana, y sitio que llaman los Villares de Marchenilla; abraza 50 fan. de tierra y ademas de los muchos restos de pobl. árabe, esparcidos por todas partes, aparece en el molino una inscripción en un trozo de columna y demuestra ser dedicatoria a alguno de los Antoninos, tal vez Caracala. Por estos rastros y otros muchos que se hallan en los pueblos inmediatos, se ve que todo este pais estuvo poblado en aquellas épocas, que las pobl. eran frecuentísimas, y que esta misma subdivisión hacia que fueran todas de poca pobl., comparadas con las modernas v. Con el tiempo vino a ingresar en el sen. de los marqueses de Villafranca, quienes cobraban las alcabalas y tercias de sus diezmos.
* Diccionario Geográfico - Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid, 1848.