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CALA

Habitantes: 1.493  Altitud: 586 m. 
Hoy amanece en CALA a las 09:38 y anochece a las 19:09
Nº fotos: 7  Nº mensajes: 97 
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Historia:

Los orígenes de Cala se remontan a tiempos muy antiguos. Existió desde el tiempo de los romanos, que la fundaron con este nombre; el primer nombre fue el de Restituta Llulia; la conservaron también los godos y los árabes quienes la hermosearon con un fuerte castillo situado en su altura. Finalmente la reconquistó Fernando III El Santo, de 1246 a 1248. En el repartimiento de Fernando III, realizado por su hijo Alfonso X El Sabio, se adjudicó su señorío a la ciudad de Sevilla, concediéndole sus mismos fueros y privilegios. Cala se había hecho famosa en la época de dominación romana por los ladrillos que se fabricaban en ella, diferentes de los demás que se conocen, según testimonio de Vertrubio, que vivió antes de Cristo y escribió su famosa obra Arquitectura en Roma y después Plino en su Historia Natural, celebrando ambos los ladrillos de Cala, porque secos y sin cocerse no se sumergían en el agua y eran muy ligeros para no oprimir con su peso la fábrica de los edificios y por su materia esponjosa y dura, semejante a la piedra pómez, eran refractarios a la humedad. Respecto a la etimología de sus nombres debe saberse que la palabra Callentun, de donde se deriva Calla o Cala, que es lo mismo, es greco-latina y significa hermosa, terminación femenina del adjetivo griego, transferido al latín con sus mismas letras, y que bien puede aplicarse a esta villa dada su situación tipográfica, por la esbelta y gallardía fortaleza árabe, que en su altura domina el paisaje; es rica y fértil en sus producciones de granos, aceite, vino, aguardientes, pastos y ganados, y por su industria ha sido también nombrada en otros tiempos, señalándose particularmente en el siglo XVI, por la elaboración de excelentes vidrios, de los cuales se hace mención en aquella época por distinguidos escritores. A raíz de la implantación del régimen liberal en España hacia 1812 y al formarse la provincia de Huelva, Cala deja de pertenecer a Sevilla y pasa a pertenecer a la actual provincia, asignándola al Partido Judicial de Aracena. El libro 'Expedientes carcelarios de Cala y El Campillo (Huelva). Prisión Provincial, 1936-1939' (Facediciones, 2008), de Juan José Antequera Luengo y Juan José Luengo Jiménez, da cuenta de cuantos vecinos sufrieron prisión durante la guerra civil española.