Es vergonzoso que existan personas que digan que pongamos vallas a los
campos y dejemos de quejarnos. Aquí mucha gente vive con lo mínimo, y mejoras en su economía pasan por las cosechas anuales de
castañas y
nueces; es injusto que miles de turista asalten los campos y se lleven una media de tres o cuatro kilos por persona. Aquí queremos visitantes que disfruten de la
naturaleza no que pasen como apisonadoras por nuestros campos. Así lo único que se consigue es los castañales desaparezcan.