El
castillo o
muralla artillera pasa desapercibido, al ocupar un lugar poco prominente en la población. Fue mandado construir por Sancho IV en 1293 para la defensa contra
Portugal, lo edificó la ciudad de
Sevilla y hoy está declarado Bien de Interés Cultural con categoría de
Monumento.
En la actualidad, parte del
edificio ha sido convertido en
plaza de toros para las capeas y novilladas que ilustran sus
fiestas.
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