La villa nació tras la unión del antiguo
caserío agrícola del Campillo y los
barrios mineros del
Campo Nuevo, segregándose de
Zalamea la Real en 1.931. De orígenes agrícolas, su vida se ve alterada por la llegada de Compañías mineras extranjeras, que explotaron sus yacimientos piríticos. Tiene un entramado urbano típicamente inglés.
El libro 'Expedientes carcelarios de Cala y
El Campillo (
Huelva). Prisión Provincial, 1936-1939' (Facediciones, 2008), de Juan José Antequera Luengo y Juan José Luengo Jiménez, da cuenta de cuantos vecinos sufrieron prisión durante la guerra civil española.